jueves, 26 de abril de 2012

Este viernes 04 de mayo RECONOCIMIENTO al poeta Darwin Bedoya en la ciudad de Puno



Letras del Lago
Literatura y otras heterodoxias / Puno,
 Año 11 - Nº 18
abril, 2012.



La literatura puneña sigue de fiesta, este viernes 04 de mayo el 
Ganador del Premio Cope Internacional de Oro de Poesía 2011, el poeta Darwin Bedoya
nacido en Moquegua, pero asentado en Juliaca - Puno, donde es parte de lo que ha venido a llamarse Poesía de los `90 o de fin de Siglo, estará visitando la ciudad lacustre de Puno.



 Grupo literario “Alberto Mostajo”- UNA- PUNO
Revista de literatura Letras del lago
Grupo Editorial Hijos de la lluvia


RECONOCIMIENTO AL POETA DARWIN E. BEDOYA BAUTISTA

"PREMIO COPÉ INTERNACIONAL DE ORO DE POESÍA 2011"

Y

PRESENTACIÓN DE LA REVISTA DE LITERATURA

“LETRAS DEL LAGO”



 P R O G R A M A

1) PALABRAS DE PRESENTACIÓN:
Alan Ever Mamani Mamani
Representante del  Grupo literario “Alberto Mostajo”.
2) COMENTARIO:
Revista Letras del lago y el contexto literario de Puno.
Dr. José Luis. Velásquez Garambel
Docente de Literatura de la FCE de la UNA Puno.
3) COMENTARIO:
Darwin Bedoya y el Copé Internacional de Oro de poesía 2011.
Prof. Feliciano Padilla
Narrador y Docente de Literatura de la FCE de la UNA Puno.
4) PALABRAS A NOMBRE DE LA REVISTA:
Luis Pacho
5) PALABRAS de Darwin E. Bedoya Bautista
Premio Copé Internacional de Oro de poesía 2011
6) LECTURA DE POESÍA:
- Victor Villegas Arias
- Simón S. Rodríguez Cruz
- Luis Pacho
- Darwin Bedoya
7) PALABRAS DE AGRADECIMIENTO:
Walter L. Bedregal Paz
 Editor del Grupo Editorial Hijos de la lluvia
Director de la Serie: Letras de la poesía Latinoamericana


FECHA:
Viernes 04 de mayo de 2012.
HORA:
10:30 a.m.
LOCAL:
Sala de Grados de la Facultad de Ciencias de la Educación de la UNA – Puno.



Más información:

martes, 24 de abril de 2012

PARA DARWIN CON AFECTO




Por: Fidel Alcántara Lévano

Al ser del verso un artista
Con estético furor
DARWIN BEDOYA BAUTISTA
ES POETA  Y  NARRADOR

I
En nuestro suelo sureño
Hoy día le pone alfombras
Con EL LIBRO DE LAS SOMBRAS
Que es el fruto de su empeño.
Denota un orbe  halagüeño
Por su espíritu altruista
y su fervor humanista
cobra altura americana,
Y a MOQUEGUA  hoy engalana
AL SER DEL VERSO UN ARTISTA.


II

En episodios de encanto
A su ofrenda la entrelaza
Y al brillo del ser abraza
Sin el frío del quebranto.
Hace un  arpegio del llanto
Y de una lágrima, flor
Y de un idílico albor
Forja la huella patética,
Y luce prosa poética
CON ESTÉTICO FUROR.


III
La compleja construcción
De su literaria  ofrenda
Le da al aura noble senda
De infinita proyección.
Potencia su creación
Puliendo su bella arista
Y el horizonte conquista
Con su pluma soberana,
Y el COPÉ  DE ORO se gana
DARWIN BEDOYA BAUTISTA.


IV
En epígrafes abiertos
Las imágenes  se tejen
Y hace que luces reflejen.
En los oscuros desiertos.
Son cual notas en conciertos
En sinfonías de amor
Donde un  halo de candor
Es un  himno de ternura,
por eso con toda altura
ES POETA Y NARRADOR.

V

Quiebra la inerte armonía
De todo aporte sutil
E ilumina su candil
Con la más dulce ambrosía.
Es cual sol al medio día
Donde se abre el sentimiento
Es que el haz de su talento
Es del alma fiel canción,
Y borda su inspiración
CON LOS LATIDOS DEL VIENTO.


VI
Rompe esquema su expresión
En el espacio del verbo
Y le da aroma al acerbo
Con su mágica visión.
Es un canto a la pasión
En firmamento solaz
Húmedo surco feraz
De las alboradas bellas,
Y su voz en las estrellas
¡ES UN MENSAJE DE PAZ!



_______________________
Para contactos:
E-mail: decimasfal@hotmail.com
Portal web: www.ujcm.edu.pe/mariateguino





lunes, 23 de abril de 2012

“Estoy recuperando muchas cosas de la oralidad para trasladarlas a la poesía”: Entrevista a Darwin Bedoya (PREMIO COPÉ DE POESÍA)


Por Paul Guillén 




1.- Me contaron que en el homenaje a José Watanabe que se realizó en el Británico de Miraflores, en Lima-Perú, en el 2008, no sé si tú o Luis Pacho dijeron que la mejor poesía peruana reciente se estaba escribiendo en Puno. Tanto tú como Boris Espezua -aunque tú naciste en Moquegua estás ligado a la literatura puneña- son los últimos ganadores del COPÉ, hecho que vendría a confirmar esa frase. ¿Qué opinas al respecto? 




La poesía puneña es una de las pocas que goza de una tradición poética que tiene nombres muy importantes no solo en el contexto peruano, sino también hispanoamericano, creo que basta con citar a Carlos Oquendo de Amat y Alejandro Peralta y, de alguna manera, la poesía de Gamaliel Churata, para corroborar esta afirmación. Pero después, esta tradición ha seguido conservando la estirpe de poetas puneños que tiene nombres muy importantes como Vladimir Herrera, Omar Aramayo, Efraín Miranda, Percy Zaga, Alfredo Herrera (Premio Copé Oro, 1995), Boris Espezúa (Premio Copé Oro, 2009). Luego estarían poetas de las últimas generaciones, entre ellos puedo mencionar a Luis Pacho, Simón Rodríguez y Luis Rodríguez Castillo (Premio Copé Bronce, 2004), hasta podríamos decir que hay una saga de Premios Copé con este nuevo que me acaban de entregar a mí. Es verdad también que en Puno existe una fuerte movida literaria. Se publican revistas caso Consejero del lobo, La rama torcida, El Katari, Hado tártaro, Cavernario, Letras del lago y DeBonsái, donde la mayor cantidad de espacio se le brinda a la poesía. También se publican plaquettes de poesía y existen talleres de creación literaria. Quizá la movida más emergente se hizo en los años 90. Hubo recitales, coloquios, encuentros de escritores nacionales e internacionales, concursos de poesía, etc. De ese periodo encuentro varios nombres que hasta hoy han publicado uno o dos libros, lo curioso es que esos libros se han publicado recién por estos años, antes sus textos se podían leer en revistas, periódicos y antologías; hoy son poemarios con ediciones que nada tienen que envidiar a lo que hacen las «monstruosas» editoriales de Lima, creo que ese rol lo está cumpliendo aquí en Puno el Grupo Editorial Hijos de la Lluvia, dirigido por nuestro amigo Walter L. Bedregal. Entonces estamos hablando de poetas y de poesía que merece estudios, que merece atención y que fácilmente podría figurar en cualquier rigurosa antología nacional o hispanoamericana. Tal vez lo que ocurre es que siempre se ha visto este trabajo desde cierto centralismo limeño. Y, obviamente, la mirada a periferias no es la que debe ser. Siempre se ha hablado de cánones que han opacado este fulgor literario puneño o de cualquier otra provincia que, vista desde una perspectiva imparcial, fácilmente tendría su sitial en la literatura peruana. Pero estamos seguros que los mejores críticos son la historia y el tiempo que se encargarán de mostrar la calidad de la poesía que se viene escribiendo por aquí. Ahora mismo creo que estamos empezando a levantar polvareda con jurados que han comenzado a decir que hay poesía por estos lares. Finalmente diré que esa aseveración de que «la mejor poesía peruana reciente se estaba escribiendo en Puno», la hizo nuestro amigo Walter Luis Bedregal Paz, precisamente cuando hablábamos de poesía puneña en Lima, por el homenaje a Watanabe y presentando la antología de poesía puneña Aquí no falta nadie, con 21 poetas de este lado del Perú.

2.- Sabemos de tu labor como ensayista y antologador. Una prueba de eso es que en la página chilena Letras.s5 tienes un archivo con algunos ensayos y que eres el antologador de Hijos de puta. 15 poetas latinoamericanos. ¿Qué puedes comentarnos sobre estas labores? 

Es verdad, he estado muy interesado en realizar una serie de lecturas de la reciente poesía latinoamericana. Prueba de ello están ahí los comentarios que hago de los textos leídos sobre poesía. Es una labor que me encanta hacer, un ejercicio que me permite revisar poéticas, conocer una serie de aspectos ligados estrictamente a la poesía contemporánea. La muestra Hijos de puta. 15 poetas latinoamericanos ha sido un ejercicio muy intenso y además gratificante, me ha permitido reunir casi 100 libros de poesía latinoamericana reciente de donde hemos seleccionado 15 autores y los poemas que ahora pueden leer en la muestra. Creo que ese tipo de labores las hace todo aquel que de algún modo se siente feliz realizando ese tipo de trabajo, sin ningún dinero de por medio, sólo con la señal y la ruta de la poesía. Hijos de puta. 15 poetas latinoamericanos ha empezado a circular hace dos meses y, tenemos buenas noticias de los lectores que están degustando de este libro, entre ellos los más reconocidos críticos. Seguramente que ya llegará a más lectores. Creo que esto de escribir ensayos y reunir textos y leerlos es muy alimentador para la creación y la formación de cualquier escritor. A mí, particularmente, me regocija y me renueva el hacer estas cosas, aparte de que me permite ampliar mi red de amistades.

3.- Tu poemario Leve ceniza obtuvo la Primera Mención Honrosa en el Concurso Nacional de Poesía «Víctor Humareda», Lampa, Perú, 2010, en tu blog hemos podido leer la sección final de ese libro que se titula «Rituales», empiezas con un epígrafe de Edmond Jabes y trabajas el poema en prosa y el contenido de los poemas es metapoético. ¿Qué podrías decirnos sobre este libro? 

Bueno, en primer lugar, diré que Leve ceniza es un libro que se ganó ese nombre porque era un texto que yo iba a quemar. Nunca pensé en publicarlo, ya que esos textos, que en realidad son un solo poema extenso, no me convencían, lo modifiqué, les cambié la voz del sujeto poético, quité muchos fragmentos, aumenté otros varios, hice muchas cosas con ese poema para darle cierta organicidad; sin embargo y en realidad le tenía cierta ojeriza y, realmente no iba a salir, entonces por esos días convocaron al Concurso Nacional de Poesía «Víctor Humareda» y decidí que debería pasar, al menos, esa prueba, y creo que pasó, mereció la Primera Mención Honrosa, luego se publicó y ahí lo tienen. En segundo lugar, debo decir que es verdad, las tres secciones que integran y hacen el libro son metapoéticas. Hago reflexiones sobre la poesía, sobre el asunto de la poesía, especialmente en la primera y última parte. En parte eso lo aprendí de los grandes maestros, caso Edmond Jabes y varios poetas contemporáneos que de alguna manera realizan ese tipo de ejercicio. Es verdad también que Leve ceniza en algún momento formó parte de un libro mayor. Que estuvo en la parte inicial de El libro de las sombras (Premio Copé Oro, 2011).

4.- Has escrito los poemarios Jardines del silencio (1998), Yarume, primera edad del silencio (2004), Oscura ceremonia (2010), Leve ceniza (2010) y Terminal terrestre (2011). Recordamos la lectura de Yarume y algunos otros poemas en la antología Aquí no falta nadie de Walter Bedregal, podemos decir que tu poesía tenía una doble preocupación tanto por la utilización de elementos de la naturaleza, un aspecto mítico y mágico, y una preocupación por el lenguaje, te alejabas de lo coloquial. ¿Podrías describirnos los vectores por los que ha transitado tu poesía?

Bueno, mi poesía, como las varias que se escriben en esta época, ha tenido todo un tránsito que se justifica porque el poeta necesita buscar un estilo, una voz, un espacio, un lugar desde el cual pueda decir lo que siente. Antes de Jardines del silencio escribí varios textos que más iban en otra onda, más formal pienso yo, pero supongo que no estaban tan graves, porque recuerdo que con esos poemas gané uno de mis primeros premios aquí en Puno. Pero después, gracias a las lecturas, empecé a escribir con otras influencias, y entonces mi poesía fue otra, creo que desde Jardines del silencio comencé a escribir algo más lúdico, un juego de palabras. Después vino el poema extenso con Yarume, primera edad del silencio, ese libro obtuvo una primera mención honrosa en el Concurso Nacional de poesía en Huancayo, 1997, es un solo poema extenso, dividido en tres secciones. Ahí por ejemplo todavía advertía en el verso algo más que música, era esa magia envolvente del ritmo corto. Creo que desde Oscura ceremonia y Terminal terrestre ya empiezo a cambiar varias cosas, excepto mi preocupación por el lenguaje. Los que conocen mi poesía, reconocen mi voz por el lenguaje. Creo que es parte del estilo que el tiempo te procura. Desde estos libros emprendo mi discurso en prosa y sigo trabajando un solo poema a la manera de ciertos textos que leí en la época de mi formación. Es cierto, me alejo un tanto de cierto coloquialismo y comienzo con cierta narratividad, el poema debe contar algo, hay una fuerte preocupación por hacer una poesía que rescate algo, en mi caso recuperar voces de la oralidad. El libro de las sombras es la máxima prueba de esto, en él podrán hallar mucho de la oralidad moqueguana-puneña. Hay historias, mitos, leyendas y hasta podrán encontrar formas de curar una variada clase de males con cosas que nos provee a naturaleza, hay también descripciones de espacios muy regionales que aluden a los lugares donde nací. En fin, diré que mi poesía, esta última que vengo escribiendo, tiene que ver también con la miticidad y lo mágico. Estoy recuperando muchas cosas de la oralidad para trasladarlas a la poesía y bueno, esto es un proceso. Recuerdo que al inicio hasta escribía sonetos, claro, no con la maestría de los clásicos italianos o españoles, mis sonetos eran apenas un indicio, una parte que pudo vislumbrar y terminar en la onda de los sonetos de Lorenzo Helguero, claro que nunca me atreví a publicarlos, algunos los conservo en algún sitio olvidado y otros, la mayoría, se han encargado de abonar los jardines de geranios que cultiva mi madre. Esa línea de alguna manera signa los vectores de mi poesía.

5.- En la nota de prensa del reciente Premio COPÉ de poesía dice: "El poemario ganador fue elegido por la complejidad en la construcción de su estructura, así como por la potencia de su prosa poética. El poemario El libro de las sombras presenta una serie de imágenes contundentes que se desarrollan a lo largo de un conjunto de 'episodios' entrelazados de manera integrada. El uso de epígrafes es pertinente y orienta al lector en el sentido de la obra, creando de esa manera un interesante contrapunto con los poemas". ¿Cómo ubicarías en el conjunto de tu obra poética a este nuevo libro? 

Asumo que El libro de las sombras tiene lo que ha mencionado el jurado calificador de esta XV Bienal de Poesía. Marco Martos, luego de la ceremonia de Premiación, me comentaba no solo de la potencia de la prosa poética, sino también de los rasgos envolventes del lenguaje y el tema que tiene que ver con relatos fantásticos rescatados de una rica tradición de la oralidad moqueguana-puneña. Yo añadiría, que como varias poéticas contemporáneas, en este libro también hay indicios de una hibridez, no solo discursiva y temática, sino también estilística. El libro de las sombras es un eslabón, una parte de un libro que recién atraviesa las lecturas y pruebas finas, El libro de las sombras vendría a ser sólo el inicio o la parte introductoria del libro final que ahora corrijo. Tiene, como en la mejor poesía de Seamus Heaney, un remember de la infancia, de la casa familiar, de los abuelos, de las cosas que nunca se van a olvidar. Ojalá pronto pueda ser publicado, mientras tanto le he puesto un nombre sencillo: «Estoy leyendo tu nombre tiznado encima del cielo». Hasta este libro que viene a ser una especie de saga o de novela poética, creo que ya sé por dónde va mi voz. Hay ciertas características que van demarcando mi espacio y me siento bien ahí, claro que seguiré buscando perfeccionar todo esto, y eso, obviamente se dará con el tiempo, yo pienso que recién estoy comenzando.

6.- Ahora quisiera preguntarte sobre la importancia de ganar el premio COPÉ que para el contexto peruano es casi como ganar el premio nacional de poesía que desde hace tiempo no existe. ¿Cuáles son tus reflexiones después de enterarte de este galardón? 

Primero que actualmente en Perú y Latinoamérica en general, se escribe bastante poesía. Un claro ejemplo es este concurso COPÉ, los participantes en este evento sumaron casi mil, lo que implica que la poesía goza de buena salud, contrariamente a lo que algunos han dicho por ahí, en el sentido de que la poesía no tiene cultores y que ya no se practica y que ya no se lee y que sólo son poetas los que de algún modo leen y comentan y reseñan. Hay buena poesía, poniendo en tela de juicio y hasta negando lo que hasta hace poco afirmaba Eduardo Moga en un infausto comentario sobre poesía hispanoamericana a propósito de la muestra Poesía ante la incertidumbre. Creo que las cosas no son como las que señala Moga. Segundo, efectivamente, a la luz de este tipo de eventos, único en el país, los involucrados en el tema cultural que manejan carteras desde el Estado, hace rato deberían de haber instaurado el Premio Nacional de Poesía o literatura. Creo que esos espacios son los que faltan, esos motivos son los que incrementan la lectura, la escritura misma de la poesía y de la narrativa. Bueno, finalmente, este galardón me ha traído muchas satisfacciones, en primer lugar el hecho de volver a encontrarme con amigos poetas, el hecho de leer poesía, estuve en varios recitales, ahora mismo tengo pendientes varias entrevistas y recitales, por estos días viajo a Moquegua, el pueblo donde nací, allá estaré leyendo poesía y compartiendo con los amigos que me han invitado. Galardones como este creo que te ponen en vitrina. Es verdad que la poesía puede resultar un objeto o un camino hacia la consagración, pero eso no es lo más importante. Eso queda en lo periférico. Pienso que la poesía es la más alta expresión de lo vital en el hombre; la libertad, el amor y lo maravilloso o extraño como sus manifestaciones esenciales; el sentido totalizador y universal de la reminiscencia y la capacidad del poeta para esclarecer las zonas más oscuras del ser, por ejemplo la muerte, tema que discurre parsimoniosamente en El libro de las sombras.



7.- Otra de tus labores que nos gustaría destacar es que también eres narrador, has publicado los cuentarios Aunque parezca mentira (2008), y Es que hacías tanta falta (2009). ¿En qué tipo de narrativa te ubicarías? ¿Ves a tu faceta de narrador reñida de la de poeta o ensayista o se complementan? 

La mía es una narrativa que goza con lo fantástico. Hay una tendencia hacia la narrativa fantástica, claro, los libros que escribí son más bien textos breves, excepto Es que hacías tanta falta que es un relato relativamente extenso, todo lo demás tiene que ver con los microcuentos, por estos días sale a luz Bosque de luciérnagas, es un libro de microcuentos que el año pasado obtuvo el Primer Premio Horacio de cuento convocado por la Derrama Magisterial, ahí por ejemplo podrán encontrar microcuentos muy, pero muy breves. Ahora estoy escribiendo varios libros de microcuentos, varios textos de poesía, veo que todo esto me permite realizar un ejercicio que se complementa, he estado borrando la frontera de los géneros y me he sentido más cómodo a la hora de hacer poesía o narrativa, incluso a la hora de escribir reseñas o artículos o ensayos. Creo que poco a poco todos estos espacios se han ido necesitando y complementando. Al final han salido de allí los textos que ya se conocerán.


8.- Por último, nos gustaría que nos cuentes en qué nuevos proyectos literarios vienes trabajando. 



Bueno, sí, estoy culminado varias cosas a la vez, poesía, narrativa y ensayos. Tengo 7 libros entre narrativa y poesía. He aprendido a escribir a la vez no solo narrativa y poesía, un ejercicio bastante complaciente y divertido para mí es la elaboración de reseñas, artículos y ensayos. Creo que a veces son ejercicios muy importantes para la escritura creativa porque te permiten leer e investigar, estar en contacto con la viva poesía. En unos meses más publicaremos Sala de máquinas, un libro de artículos y ensayos sobre la última poesía latinoamericana, además de una antología de microcuentos que ya anuncié: El Lavapiés de la hormiga, circulará en Internet. También sale el libro que publicará la Derrama y para la feria del libro de julio sale El libro de las sombras que publicará Petroperú. Por otro lado, estamos organizando un evento literario en Juliaca y en otras provincias donde muy gentilmente los alcaldes nos han ofrecido espacios y presupuestos para organizar concursos, para publicar libros y para realizar encuentros literarios que ya se anunciarán por estos días. Estamos reorganizando el Grupo Editorial Hijos de la lluvia, se vienen nuevas publicaciones y colecciones de poesía, debo mencionar que me gusta cumplir las veces de editor junto a los amigos como Walter L. Bedregal Paz. Ah, también hemos pensado reactivar talleres de escritura creativa -en realidad los amigos nos piden hacer esos talleres para hablar de poesía, para beber algo refrescante y para conocer damas guapas y para que descubramos por ahí un buen verso y nos detengamos un toque-, además de otras sorpresas que de seguro las llegarán a saber en su debido momento. Creo que estamos abarcando muchas cosas, pero son asuntos que nos gustan, ya veremos qué pasa.

_______________________

jueves, 19 de abril de 2012

Entrevista con Darwin Bedoya

Instantes de la entrega del Trofeo COPE Internacional de poesía 2011


La nueva poesía peruana

se hace desde provincias



Por Luis Pacho



Integrante de la llamada Poesía de fin de siglo o de los 90’ de Puno, Darwin Eduardo Bedoya Bautista nacido en Moquegua, pero radicado en Juliaca, Puno desde hace más de veinte años, es el ganador de la XV Bienal de Poesía “Premio Copé Internacional 2011”. Desde Cifra poética, plaqueta que editara a mediados de los 90’, hasta desembocar en los colectivos gestados en torno a revistas como Consejero del lobo, Pez de oro, La Rama torcida, El Katari, etc., el autor de El libro de las sombras con el que hizo del Copé, es uno de los mayores representantes de la poesía contemporánea de Puno. Este premio literario, uno de los más prestigiosos del país, es un pretexto para horadar en la vida, visiones y proyectos literarios de nuestro ensayista, narrador, poeta, editor de revistas y crítico literario; autor, además, de varios libros de cuento y poesía. Aquí una parla con él.


EL PREMIO Y LA OBRA DEL GANADOR


El sector literario de Puno está de plácemes con la noticia de que obtuviste el Premio Copé Internacional de oro en poesía. La pregunta de cajón Darwin, ¿cómo asumes este premio, dicho sea de paso es el más prestigioso del país?


Contentísimo. Bueno, creo que todo premio que me han otorgado, lo he recibido y lo he asumido con la humildad que siempre me ha caracterizado. Tranquilo. Todos lo saben. Pienso que los premios son uno de los mejores alicientes para quien realiza este tipo ejercicio. Claro, sé también que al final no determinan muchas cosas. Ahora, es verdad que el Premio Copé es el más prestigioso del país y precisamente por eso el más importante que se concede a las letras peruanas. En verdad me siento muy contento al estar entre los tres primeros puestos junto al maestro uruguayo Rafael Courtoisie y junto al escritor Alejandro Susti González. Con Rafael Courtoisie me pasa que lo conozco bastante a través de su poesía y su narrativa. Diré que hasta cierto punto admiro al maestro uruguayo.


Los lectores querrán saber algo de tu vida, tus inicios literarios, los premios que has obtenido y el ambiente cultural y social en el que te mueves. Cuéntanos brevemente ese itinerario.


Creo que empiezo a escribir a raíz de los cuentos de mis abuelos, sobre todo de mi abuela y, posteriormente, debido a mis lecturas. Ya estando en la escuela me empezó a gustar las lecturas sobre historias fascinantes. Es más, creo que mi gusto por las historias sorprendentes, nace el día que empecé a coleccionar revistas sobre héroes: Kalimán, Arandú, Tamakún, El Llanero Solitario, Red Rider, Hopalong Cassiddy; todos los superhéroes, desde Supermán hasta Spiderman, pasando por tantos que sería ocioso y nostálgico mencionar. Pero después de eso vinieron las lecturas más extensas que tienen que ver con los bolsilibros: Marcial la Fuente Estefanía, Kansas, Río Bravo, Texas, Keith Luger, Lou Carrigan, Ralph Barby, Silver Kane, Tucson, entre otros; hasta ahí creo que fueron varios años de conexión intensa con la lectura. Recuerdo que cada tarde iba a las puertas del cine Flores, casi religiosamente al único lugar de encuentro con los amigos lectores, antes había gente que leía. Cada uno venía con una bolsa de libros y revistas y empezábamos a canjear los ejemplares que no habíamos leído. Por noche, según lo que cada uno tenía, canjeaba entre 5 y 10 ejemplares para leer. No me olvido que había gente exigente que leía cosas selectas. Julio Verne era un tipo que ya circulaba por ahí. Pero un día tenía que encontrarme con Juan Rulfo, con él conocí la narrativa y la poesía y empezó todo. Con Pedro Páramo supe por qué un libro se lee más de una vez y te sigue pareciendo intenso, único, profundo. Después vinieron Ribeyro, Arguedas, en poesía conocí a Borges, Poe, además de Apollinaire, Rimbaud, Baudelaire y todos los poetas malditos. Ese sólo era el principio, algún tiempo después empezaría conociendo tantos libros, tantos autores hasta conocer extensamente la poesía clásica, moderna y contemporánea. Muchos autores, muchos libros. Mucha lectura.


Con Marco Martos, luego de la entrega del Trofeo COPE Internacional de poesía 2011



Respecto de “El libro de las sombras” con el que has ganado la XV versión del COPÉ de poesía, ¿hubo alguna razón especial para escribir ese libro? ¿Qué temática aborda? ¿Cómo defines tus poemas?


No, no hubo una razón para empezarlo. Sólo que de pronto fueron saliendo ideas, imágenes, porque me pasa como a Watanabe: mi punto de partida es una imagen y de ahí se desprende todo, es más, así empezó El libro de las sombras. En realidad este libro es un homenaje a un abuelo mío. El libro trata de abordar la muerte de una manera distinta. Una muerte, diría, para vivir. Es decir algo que no ocurrió, pero que sí existe porque ocurrió. Y aquí debo expresar una frase que la oí en una reunión: la muerte nos vuelve a reunir. A mí por ejemplo, este tema de la muerte me vuelve a reunir con mi abuelo Juan Bautista, lo vuelvo a tener conmigo y en cada verso lo encuentro vivo, conmigo. Creo que la temática sobre la muerte es bastante abordada por poetas y narradores; sin embargo, creo también de que no deja de ser un lugar para alentar la vida. Con respecto a definir mis poemas, creo que los expertos en esto son los lectores por un lado, y por el otro están los estudiosos y los críticos, ellos sabrán definir lo que escribo. Ahora quiero mencionar que El libro de las sombras tiene casi las mismas características de forma que mi primer poemario: Yarume, primera edad del silencio, los dos son un único poema. No hay poemas. Es un solo discurso. Creo que los dos tienen conexiones de forma y propuesta.


Los libros que publicamos siempre son parte de un proceso. Háblanos de tus lecturas, libros o referentes de tu poética. Poetas universales, peruanos y puneños, seguramente.


Es verdad que quien no lee, no podría escribir nada; al menos no podría escribir algo considerable. Desde que tengo conciencia de mis lecturas, he aprendido a seleccionar lo que debo leer y lo que no. Porque sabemos que hay textos que no se dejan leer por una infinidad de cosas. Quizá por ello mis referentes sean poetas latinoamericanos, los de toda la vida y los que empiezan a ocupar un sitial enorme en la tradición literaria en habla hispana. He leído pocas cosas de los grandes clásicos, los he conocido a través de antologías y estudios críticos, ensayos, reseñas. Si quisiéramos empezar por lo nuestro, hablaríamos de nombres como Eguren, Adán, Vallejo, Eielson, Varela, Cisneros, Hinostroza y Watanabe. Ahora en el otro grupo citaría a Octavio Paz, Sabines, Huidobro; ahora que hablo de Huidobro, debo mencionar que mis referentes son todos aquellos que están dentro de la vanguardia. Después leí bastante sobre otras poéticas en antologías. Creo que me gusta leer antologías, me gusta esas selecciones, tengo en mi biblioteca una larga colección de antologías, hasta hice antologías de poesía, la más reciente se llama Hijos de puta: 15 poetas latinoamericanos. En fin, pero lo cierto es que Oquendo de Amat es también uno de mis autores favoritos, junto con Alejandro Peralta. Ahora último estoy volviendo, cosa curiosa, a los clásicos, acabo de conseguir varios textos sobre poesía griega.


Con el tiempo los pueblos suelen disputarse la paternidad de sus hijos predilectos. Caso Churata que nace en Arequipa, pero su obra asume la condición puneña, esos son los casos de Nava o Chano Padilla, en tu caso, ¿Moquegua? ¿Puno? O, en todo caso ¿cómo ves ese tránsito?


Bueno, es verdad esto de las territorialidades y su consecuente marca, pero yo pienso que más allá de los lugares, la poesía o la narrativa no necesariamente asumen condiciones de un lugar específico, cuando uno escribe no lo hace con ese pensamiento; aunque a veces se mencionen referentes geográficos, pero la poesía está destinada a borrar fronteras, a ser más amplia, más universal y su esencia radica en lo que hace sentir. A pesar de todo esto.


Insisto. Diríamos que cargas una experiencia rica de tu infancia y parte de tu adolescencia en Omate (Moquegua), pero tu estro poético se ha desarrollado en Puno, donde resides actualmente. ¿Cómo asumes esa condición?


Es cierto, creo que esto tiene que ver, en todo caso por lo que escribes o donde lo escribes, por ejemplo, El libro de las sombras lo escribí estando en distintos lugares: Arequipa, Moquegua, Lima, Omate y lo terminé en Puno; sin embargo todos los personajes y sucesos, inclusive títulos aluden a referentes de Moquegua. Entonces ese estro se ha alimentado con muchas cosas de la infancia, la memoria que tengo de tantas cosas me han marcado y me permiten escribir. Ahora, por otro lado, es verdad que he aprendido muchas cosas en Puno, he leído muchos libros en Puno, digo muchos libros no necesariamente de puneños, pero pienso que el amor, si se puede llamar amor, por la lectura, por la poesía la alcancé en Puno. El amor por la narrativa también. Concluiré diciendo que, de alguna manera, le debo a Puno mi escritura y mis textos.


Desde la Primera Mención Honrosa en el Concurso Nacional de Poesía “Premio Pucará” Huancayo- 1997, pasando por el Horacio-2010 hasta obtener el COPÉ de poesía del 2011, tú eres uno de los poetas puneños que más premios ha ganado. Coméntanos esa experiencia. En última instancia, ¿cuál es la visión que tienes acerca de estos concursos?


No había sumado la cantidad de premios, jajaja, pero bueno, siguen siendo pocos. En realidad los concursos te van diciendo, al menos a mí, cómo vas en lo que haces. Claro dependiendo del tipo de concurso y del conjunto de jurados. Pero no siempre aciertan con la precisión que uno quisiera. Ahora, por ejemplo mencionas el Concurso Nacional de Poesía “Premio Pucará” Huancayo – 1997, lo recuerdo con cariño, ese logro fue con un fragmento menor de mi primer libro: Yarume, primera edad del silencio, esa vez supe que ya tenía por dónde ir en poesía. Hay un detalle que me gustaría contar. Y es el hecho de que siempre han sido los amigos quienes me han hablado de las Bases de los concursos para enviar los trabajos, porque antes del Concurso Nacional de Poesía “Premio Pucará” Huancayo – 1997, no pensaba escribir para enviar textos a concursos, pero noté que no lo hacía tan mal y ahí vamos. Ahora me han llamado cazador de premios, lo asumo como una manera fácil de decir algo que no quieren reconocer o algo parecido. En fin, los concursos de poesía han existido siempre, y las desavenencias entre poetas también, y no hay que extrañarse de nada. Como se sabe, la única obligación del escritor es escribir bien. De ese modo que la poesía ganaría en todo sentido: en serenidad, profundidad, autenticidad, propuesta y desinterés.


Tu literatura siempre ha mostrado un afán de universalización a diferencia de los coetáneos tuyos que han preferido el tema puneño o andino, ¿Son las lecturas, o no has podido aprehender la temática puneña?


Creo que después de las lecturas no habría que hablar de aprendizajes. Uno no aprende el tema, puede aprender otras cosas: técnicas, retóricas, etc., pero no el tema, creo que el tema te encuentra, porque tampoco lo buscas, de pronto está ahí y ya estás escribiendo. Después te vas dando cuenta sobre lo que escribes. Al menos eso ocurre conmigo. Es verdad que mis coetáneos escriben sobre temas andinos, no sé si será por continuar con lo de Churata, por sentirse puneños, o por rendir homenajes a los clásicos, pero lo cierto es que cada uno ve lo de sus temas y asume sus poéticas.


¿Cómo es la forma de tu trabajo creativo? ¿En la soledad? ¿Los viajes? ¿El silencio? En fin, ¿cuánto tiempo le dedicas a la literatura?


Te diré que me he vuelto un loco de atar para esto de la escritura. Escribo en todo lugar, hasta cuando estoy leyendo escribo. Ahora último, por ejemplo, estoy escribiendo como 20 cosas a la vez, entre poesía, cuento, reflexión, etc. Estoy terminando 3 libros de cuentos, 2 de microcuentos, 3 sobre creación de poesía, 2 sobre artículos de poesía, un par de novelas que hace un buen tiempo no he vuelto a tocar, creo que no me llaman, ellas estarán pensando que las olvidé. En fin, creo que le dedico un tiempo suficiente a la literatura, a la escritura, no puedo estar sin leer o escribir. Cuando escribo en la soledad me olvido del tiempo, soy capaz de terminar un poema o dos o tres o diez, creo que escribo desmedidamente. Cuando no estoy solo o cuando sé que hay alguien cerca de mí, la escritura es con medida y sé cuándo debo parar. Creo que le dedico la mitad de mi tiempo a la escritura. Casi media vida.


LOS 90' Y LOS AVATARES LITERARIOS EN PUNO


Aunque pareciera atemporal, ¿qué decir de tus pares de Lima, que como toda manifestación centrista, se autodenominan como los únicos representantes de la poesía peruana de los 90'?


Me parece que el término poesía de los 90 se usa más para explicar la literatura o la poesía de un periodo, sin hallar el contenido profundo de los procesos de creación y de los autores. El criterio de generaciones nos impide ver lo más profundo de la obra de cada poeta y suele convertirse en una especie de prerrogativa para prestigiar transitoriamente un grupo literario o a un autor determinado. Sigo manteniendo la idea que mencioné líneas arriba. La poesía de Lima puede ser buena o mala, dependiendo de dónde la vemos. Ocurre lo mismo con la poesía de provincias. Desde aquí yo tengo otra visión de la poesía puneña, por ejemplo.



Con el poeta Rodolfo Hinostroza, en el brindis de Honor



Con este premio que obtienes, ya suman tres Copés de poesía para Puno. Sin embargo, concatenando con una característica de los 90' de Puno, habría que hacer una atingencia. Diríamos que Alfredo Herrera hace su incursión literaria en Arequipa, muy cercano a los grupos literarios de esa ciudad como Ómnibus, etc. Lo mismo ocurre con Boris Espezúa, que tiene bases sanmarquinas. En cambio tú, te haces poeta en Puno, en la “periferie”, lejos del “centro”. ¿Qué comentario de merece esta situación?


Yo pienso que lejos de la academia también se puede hacer poesía. Es verdad que tanto Boris como Alfredo se formaron en torno a universidades y talleres y revistas. Tuvieron esa suerte. Es verdad que eso aporta bastante en la formación del escritor porque te permite ver de cerca varias cosas que difícilmente podrías ver en otras circunstancias. Pero también es cierto que muchos trabajan a la luz de su biblioteca o su interés personal de lector. A la luz pura de sus lecturas silenciosas y lejos del mundanal ruido. Yo diré que estuve más compenetrado con mis noches sin fin, fueron mis amigos la soledad, el silencio, la cierta tranquilidad que otorga la noche y mis autores de cabecera. Tengo una humilde biblioteca que tiene casi todos los libros de poesía clásica y contemporánea. Tengo amigos que me procuran libros que posiblemente nadie tenga por esta zona. Simplemente estoy leyendo poesía y escribiendo poesía. Además de que a veces uno prefiere la soledad para escribir. No sé hasta qué punto sea buena la antesala de la soledad para enfrentarse a la página en blanco. Pero no hablo de una soledad absoluta y una lejanía completa de todo y de todos. Debo decir también que vi de cerca varias cosas. Hicimos alguna que otra revista. Es verdad que uno o dos recitales. Y algunas otras cosas que de algún modo contribuyeron en nuestra formación, claro que todo fue de una manera distinta.


Los 90' es una época que todavía nos duele a todos los peruanos, ¿Cómo te marcó el contexto social y político en el que empezaste a escribir y a moverte en el ambiente poético de Puno?


Cuando empecé a escribir poesía, narrativa y reseñas, hacia el año 94-95 apenas cuando empezaba a estudiar literatura, todos sabemos lo que atravesaba el país, es verdad. Pienso que realizar un trabajo escriturario por esa época fue diferente a muchas otras épocas debido a las rigideces y palpitaciones que tensaban al país. Esa época del miedo, sin duda, algunas cosas no fueron las que debieron ser, por ejemplo los sentires ocuparon esa estela interior que era, a veces, guardada en el lugar más lóbrego y cohabitaba con el miedo. Puno no estuvo lejos de eso, especialmente el tema Azángaro y los lugares donde de algún modo se realizaban trabajos que permitirían el desarrollo de un pueblo. Yo recuerdo nítidamente una noche en la que nos disponíamos a cenar luego de haber trabajado en los trazos de redes primarias para la construcción de un reservorio allá en la provincia de Santa Rosa, de pronto nuestra cena se vio interrumpida por una ráfaga de disparos y gritos, a los pocos minutos supimos que la comandancia que estaba a la entrada del pueblo ya no sería más. Enseguida hubo un terrible apagón. Entonces corrimos del restaurante a nuestro hotel. La noche nunca estuvo más oscura que aquella vez. Llegamos hasta nuestra habitación, casi a tientas, trancamos la puerta con palos y ladrillos. Nos metimos debajo de la cama. Las balas chocaban contra las paredes. Los gritos se incrementaban. Nuestras manos temblaban. Nuestra frente sudaba. El silencio desde nosotros era el mejor del mundo. Minutos después todo había terminado. Ni bien amaneció, nos vinimos caminando todos los que habíamos ido con la idea de trabajar un nuevo reservorio para Santa Rosa, con agua que se iba a captar desde sus nevados más cercanos. Era 1998. Era el terror. Esa noche tenía debajo de la almohada Altazor de Huidobro con un separador en la página 12. No me voy a olvidar nunca.


Escribes crítica, ensayo, narrativa y poesía. Usualmente al autor que incursiona en varios géneros se le reconoce solamente en uno. ¿Pasa eso contigo? ¿Cómo te gustaría ser reconocido?


Sí, sí, me emociona escribir todo de todo. A ver, en primer lugar casi no pienso en ser reconocido. No me desvela ese tema. Ni escribo con ese anhelo. Es decir no me preocupa eso. Si escribo y publico es para terminar con esa manía que tengo de estar corrigiendo. Sale el libro y ahí concluye cierta obsesión. Ahora si alguien quiere hacer un reconocimiento, eso es diferente. Porque al final si algo se reconoce es porque vale, entonces uno no debe buscar reconocimiento, si va a llegar, un día llegará solito. Lo otro, lo de escribir varios géneros se ha vuelto una costumbre en mí, me siento bien revisando, explorando varias cosas, creo que el motor es la escritura, el ejercicio de escribir y escribir, claro que me siento mucho mejor escribiendo poesía o cuento.


En narrativa has publicado, entre otros libros, “Bosque de luciérnagas” con el que has ganado el Primer Premio Horacio-2010, y que aún no sale a luz. Háblanos de se libro.


Sí, Bosque de luciérnagas es un libro de microcuentos que recién va a salir. La Derrama Magisterial lo está editando y en unos días más, según tengo entendido, ya sale con un tiraje considerable para ser distribuido en todo el país. Este libro tiene cerca de cuarenta microcuentos, todos tienen el título de mujeres muy conocidas como personajes literarios. Ahí podrán encontrar desde Eva hasta Marilyn Monroe, pasando por Circe, Penelópe, Medusa, Cleopatra, Nefertiti, Madame Bovary, Cusi Coyllur, La Perricholi, Caperucita Roja, Blanca Nieves, etc. Quiero mencionar que los primeros borradores de Bosque de luciérnagas tienen fechas que oscilan entre el 2006 y 2007, creció casi junto con su otro hermano El libro de las sombras, claro, cada uno ocupando su propio periodo de escritura y lugar. Apenas salga podrán leer esos textos narrativos.


En Puno no hay una tradición de la escritura del cuento breve, a excepción de un par de cuentos de Aramayo, ¿qué te ha llevado a otear y orientarte por ese itinerario?


Me gusta esa pregunta porque me permite recordar lo maravilloso de los microcuentos. Creo que no fue tanto otear, sino encontrármelos en el camino. De pronto supe de su relación con la poesía. Esto de la brevedad empieza con el hayku. Un día me encontré con el maestro Matsuo Bashoo y lo seguí hasta encontrar la madeja de la brevedad. Al principio me encantaron todos los orientales. Creo que su brevedad fue el nexo que me enganchó con los microcuentos. Ahora mismo estoy leyendo microcuentos y también escribiendo microcuentos. Soy un fanático de los microcuentos. Por estos días estoy concluyendo con la versión definitiva de mi antología de microcuentos: El lavapiés de la hormiga, una primera parte, como sabrás, ya salió en la revista de literatura dirigida por nuestro amigo Walter Bedregal, La rama torcida, aparecida hace dos años atrás. Ahora sale el libro completo con una presentación mía. Lo colgaremos en Internet.


MIRADA A LA LITERATURA PERUANA Y PUNEÑA


Hace algún tiempo se decía que la poesía peruana había decaído en los últimos años, que no había Hinostrozas, Varelas, etc, ¿qué piensas al respecto?


Es verdad que hace tiempo no sabemos de poetas con esas dimensiones. Es difícil ubicarse al costado de esos nombres. Pero la poesía es un proceso lento, se toma sus años o si quiere sus siglos. Pero es verdad también que hay muchos nombres en la poesía peruana que ya vienen llamando la atención. Aunque claro, la mayoría de ellos sean de la Capital, pero obviamente revisando esto desde la Capital. Porque si revisamos la nueva poesía desde provincias, caeremos en la cuenta de que la nueva poesía peruana se hace desde provincias con la mayor intensidad, con la mayor seriedad y, sobre todo, aquella poesía que cala más hondo. Bueno, entonces esto depende desde dónde revisamos la idea de poetas buenos. Pero estoy seguro que la poesía solita se irá abriendo paso para llegar a ocupar el lugar que se merece, sin prisas, sin temores, sin desesperaciones, seguramente de que pronto tendremos noticias al respecto.

Con el maestro Edgardo Rivera Martínez


Generacionalmente te inscribes en lo que se ha ido llamando en Puno la Generación del 90' o Generación de fin de siglo, ¿Qué decir de ellos a estas alturas del proceso literario puneño? ¿Cuáles serían sus aportes?


Desde Peralta y Oquendo, creo que en Puno no se ha hablado de disloques o rompimientos. Si revisamos la poesía del 80 nos daremos cuenta de que no hay alejamientos mayores con respecto de Peralta y Oquendo, incluso de Nava, veo todo eso como una reiteración, un anhelo de no querer alejarse demasiado de una territorio ya marcado. En los 90 he contemplado casi lo mismo. No hay mayores alejamientos. En el pos-2000, en lo poquísimo que han publicado, se percibe otra vez lo mismo. Inclusive se podría decir un apego, un reflejo más profundo de lo ya escrito por Oquendo. Esto implica un proceso sin proceso. Creo que sólo estamos cambiando nombres. Si nos fijamos en Oquendo, hasta se ha hablado de poetas oquendianos por su proceder con su escritura. He leído poemas que son casi un remedo de los 5 metros. Yo no sé qué pretensiones encuentran la ir dando vueltas alrededor de un mismo autor, de un mismo libro. A estas alturas del partido, diré entonces que el proceso sigue siendo un proceso por empezar y; evidentemente que no creo que no hay aportes mayores.


Desde Orkopata a la Generación de fin de siglo, ¿cuáles crees que son las líneas de diferenciación y/o similitud que encuentra en estos hitos de la poesía puneña?


Es verdad que ha pasado mucha agua bajo el puente. Da la impresión de que los grupos a los que te refieres buscaron una manera de ingresar en la historia de nuestra literatura sin que mediara la existencia de una obra literaria válida. Nada tan lejano de las actividades culturales de esos grupos como la obra posterior de sus integrantes. Por otra parte, no sólo han tratado de revitalizar el término “generación” como una manera fácil de darse a conocer, sino que, invocan una división artificial entre la poesía de la ciudad y otros motivos de la creación poética, en Puno, por ejemplo, la poesía andina. Entonces, esto supone que no hay muchas líneas de diferenciación, por no decir ninguna; más bien hablaría de paralelos y reiteraciones o similitudes. Varios autores parecieran haber pensado juntos para escribir. Veo más conexiones. Y podría citar para este espacio lo que decía Moga acerca de ciertos autores latinoamericanos a propósito de Poesía de la incertidumbre, la antología: No hay nada en sus páginas que no hayamos escuchado y leído, hasta el hartazgo, en el último cuarto de siglo. Y, precisamente cuando ese discurso amojamado y retrógrado había decaído, para dar paso a un panorama poético más ecléctico e inquisitivo [...], [hablamos de] este ramillete de autores imperitos, calco sin sustancia de lo ya habido. Creo que estas palabras podríamos aplicarlas para ciertos poetas que no han comprendido lo que implica escribir poesía, de lo que implican las influencias y la sucesión de un proceso iniciado ya hace buenos años atrás en la tradición literaria puneña.


Decías que ya va siendo necesario hacer un “balance y liquidación” de la poesía puneña actual, entonces ¿qué decir de la poesía puneña última de Puno?


He leído, he pensado, he hablado, he escrito bastante sobre la poesía puneña, tanto que quizá sepa varias cosas que no deberían ser como las percibo. Sobre la poesía puneña de los 90, por ejemplo, acabo de terminar cuatro comentarios que ya saldrán publicados, y todo parece indicar que aquellos más de doce nombres de los que una vez hablábamos -como señalo en un comentario anterior-, de los doce nombres sólo quedarán cinco o seis, los demás ya no porque la poesía es constancia. La poesía no necesita de nombres, la poesía necesita de poesía. Creo que ya no tiene sentido contar a quienes no han sido consecuentes y que nunca han publicado un libro, sus pretensiones quedarán donde siempre debieron estar. Además, ya va siendo hora de marcar un antes y un después porque el tiempo no espera a nadie. Si tú miras y revisas, por ejemplo las edades, ya no somos los mismos de antes. Incluso ya no hacemos las cosas de antes…


Los avatares que compartimos en revistas como Consejero del lobo, Pez de oro, La Rama torcida o el mismo Katari, nos ha enseñado que la literatura sigue siendo marginal, ¿qué reflexión te merece esta situación?


Sí, hay lugares comunes que comparten esa denominación de marginalidad. Empero, ya creo que es tiempo de revisitar los lugares prohibidos. Te tumbar ciertas paredes y comenzar por la poesía auténtica. Ahora, es verdad que nos han enseñado mucho nuestras incursiones en las revistas que mencionas. Hemos aprendido de desesperaciones, de halagos, de vacíos, de diferencias, de derrotas de triunfos, creo que es parte de una formación que a la larga tiene resultados que van orientando nuestro modo de pensar y sentir la poesía. Especialmente de ver el ejercicio escriturario. Yo recuerdo cuando empezábamos con una reseña o un artículo en Consejero del lobo, fueron los abriles más rotundos que tuvimos, pareciera que fue ayer cuando escribía, en los años 90, sobre Rulfo.



“Esto que escribo es una hora de profecías esparcidas en el camino, o un intento de ponerle flores a unos pies ensangrentados. A partir de hoy no esperen nada más de mí”. Ciertamente esa es la poesía, pero ¿qué esperar de Darwin luego de este Copé? ¿Proyectos literarios?


Sí, creo que después de este Copé se vienen otras cosas. Tengo empezados varios libros de poesía y cuento. Algunos ya están en las pruebas finas. Tengo 7 libros entre narrativa y poesía. Bueno, los que han sido premiados son los que he terminado primero, digo terminado aunque para mi autoexigencia -ese es mi ego- siguen siendo corregibles. He aprendido a escribir a la vez no solo narrativa y poesía, un ejercicio bastante complaciente y divertido para mí es la elaboración de reseñas, artículos y ensayos. Creo que a veces son ejercicios muy importantes para la escritura creativa porque te permiten leer e investigar, estar en contacto con la viva poesía. Por otro lado, estamos hablando un nuevo idioma a nivel de Grupo Editorial, además se vienen nuevas publicaciones y colecciones de poesía, debo mencionar que me gusta cumplir las veces de editor. Ah, también hemos pensado reactivar talleres de escritura creativa -en realidad los amigos nos piden hacer esos talleres para hablar de poesía, para beber algo refrescante y para conocer damas guapas y para que descubramos por ahí un buen verso-, además de otras sorpresas que de seguro las llegarán a saber en su debido momento.


Gracias Darwin, y felicitaciones nuevamente.


Igual, y dejémonos de tanta seriedad y vayamos por unas cervezas que se me ha secado la garganta, la poesía invita, yo pago.


BIO-BIBLIO:

DARWIN BEDOYA, nació en Moquegua en 1974. Parte de su infancia la pasó en Arequipa, en el valle de Majes. La otra parte seguida a ésta la transcurrió en la Ciudad Blanca. Luego se fue a vivir a Moquegua y de allí vino a Juliaca para empezar sus estudios secundarios. Y fue allí que le supo encontrar el gusto a la literatura escrita, porque antes era un fanático de sus abuelos quienes le contaban historias orales sobre condenados, sirenas, duendes, aparecidos, tesoros fabulosos, y toda una saga de cuentos que hasta hoy no olvida y que algunos ha llevado a la literatura escrita. Es docente de Literatura, ha publicado poemas y cuentos en conocidas revistas de literatura del sur peruano. En su breve trayectoria cuenta con haber logrado algunos méritos como el reconocimiento con la Primera Mención Honrosa en el Concurso Nacional de Poesía “Premio Pucará” Huancayo- 1997 organizado por la revista de literatura Cascadas; segundo lugar en el Concurso Nacional de Poesía premio “Alberto Hidalgo” Arequipa – 1998 organizado por el semanario El Clarín, primer premio (compartido) en el concurso departamental de poesía “Premio Simón Fidel Quispe” Puno-1998 organizado por la CUBUP-Puno; finalista en el VII Certamen Internacional de Poesía Ciudad de Torrevieja convocado por el Instituto Municipal de Cultura “Joaquín Chapaprieta” de Torrevieja-2002 España Alicante. Es integrante de la CADELPO filial Juliaca, coeditor de la revista de literatura PEZ DE ORO, editor de la revista de literatura Lágrimas de Cocodrilo, Director de Cuadernos Bimestrales de Poesía “Espantapájaros. Entre sus libros se menciona: Yarume, primera edad del silencio. Aunque parezca mentira. Leve ceniza. Oscura ceremonia. Cuadernos de ceniza. Hijos de puta: 15 poetas latinoamericanos. Actualmente


___________________________

* Tomado de Revista LETRASDELAGO Año 11, número 18, abril de 2012.