domingo, 31 de agosto de 2008

Entrevista a Carlos Calderón Fajardo

Por: Francisco Ángeles

A inicios de febrero, Carlos Calderón Fajardo nos recibió en su casa de Punta Negra, donde vive la mitad del año sin celular, sin televisión y sin internet. En ese refugio frente al mar, donde Carlos pasa el tiempo leyendo y escribiendo sin parar, llegamos a realizar la primera entrevista para este nuevo proyecto que aún no llevaba el nombre de Porta9.

Arrastramos un par de sillas a la arena y empezamos una entrevista que fluyó sin pausa hasta que la cinta se terminó. Esa entrevista de febrero, que algún día será publicada en esta página, marcó no sólo un acercamiento al lado humano del escritor, sino que en cierto sentido fue el acta fundacional de esta página. No sólo por la entrevista en sí, sino porque Carlos se mostró entusiasmado con el proyecto y aceptó formar parte del equipo.

Dos meses después, ya con la página en funcionamiento, calculamos la posibilidad de hacer una nueva entrevista, que se centre más en aspectos literarios. Nos recibió esta vez en Miraflores y habló y habló durante un buen rato. Vale la pena escucharlo.

sábado, 30 de agosto de 2008

Hermanos literarios: Calderón Fajardo y Sumalavia


A través de Porta 9 me entero de Primeras impresiones, novísimo weblog de Ricardo Sumalavia aparecido en este mes de agosto, y en el cual el narrador fluye de manera suelta, exploratoria y segura sobre asuntos relacionados con lo literario. Así, ha dedicado por ejemplo 1, 2 y 3 post a la antología de Diego Trelles El futuro no es nuestro. Con relación a los escritores peruanos incluidos en ella, Sumalavia dice lo siguiente: "Me llamó la atención la escrupulosa selección de los autores. Santiago Roncagliolo y Jeremías Gamboa apegados a la acción, al peso del entorno, son bastante efectivos. Al otro extremo están Marco García Falcón, Alexis Iparraguirre y Carlos Yushimito. Me gusta lo que escriben los tres: su prosa cuidada, su gran nivel de sugerencia, pero –confieso- me gustaría encontrar más diferencias entre los tres. Más atrevidos me parecen los cuentos de Diego Trelles y Salvador Luis, como si trataran de reinventarse desde sus primeros textos". Sin embargo, lo que me ha llamado especialmente la atención en Primeras impresiones han sido aquellos posts en los cuales Ricardo Sumalavia y Carlos Calderón Fajardo, por medio de cartas abiertas que se remiten el uno al otro, expresan una entrañable hermandad literaria. "Hace casi dos décadas atrás leí El que pestañea muere, de Carlos Calderón Fajardo, y lo consideré, sin mayor discusión, uno de los mejores libros de cuentos que había leído hasta entonces. No podía negar que me sentía muy cercano a sus búsquedas. Es más, hoy lo considero un hermano literario. Escribí a principios de los noventa una tesina sobre su novela La conciencia del límite último. Y escribí también de él en una novela que acabo de publicar. Lo hice como una suerte de homenaje al amigo, ahora debo confesar, que se moría. Sí, él estaba muy enfermo y se moría. Y escribí esas páginas en un momento en el cual yo igualmente creía morirme. También estaba enfermo. Fui un condenado a muerte que escribía sobre otro condenado. Pero bien, ninguno de los dos murió. Ya conocemos que el destino es caprichoso, que la vida es prestada y todos lugares comunes sobre la muerte. Ambos seguimos aquí. Y él ha escrito muchos otros libros. El último: La noche humana. Una colección de tres novelas breves que están conectadas por París, por una muchacha llamada Milú (poeta peruana de origen judío) y por escritores y artistas condenados a muerte", escribe Sumalavia. Y su comentario motiva este otro de Calderón Fajardo: "Gracias por considerarme un hermano literario. Yo siento lo mismo, pero veo en ti el realizador de mis imposibilidades. Mi mundo narrativo es chirreante, el tuyo es terso y sutil. Escribo con muchos defectos en cuanto a estilo e incluso con fallas gramaticales. Pero aunque tú eres un orfebre y yo un albañil, siento una comunidad de espíritu que realmente nos hermana. Creo que con tu novela Que la tierra sea leve has alcanzado a realizar a plenitud un proyecto artístico y expresivo que se inició hace 15 años con tu primer libro de cuentos Habitaciones. Es el mismo narrador, pero de aquel que se buscaba a tientas hoy es un narrador maduro y dueño de su propio mundo imaginario. Luego de tres lustros de trabajo has alcanzado un alto nivel artístico. Y creo que de aquí adelante, en un periodo ya de madurez, es insospechado lo que se puede esperar".

En la foto: Ricardo Sumalavia y Carlos Calderón Fajardo. "Lo considero un hermano literario", expresa el primero. "Yo siento lo mismo, pero veo en ti el realizador de mis imposibilidades", le responde el segundo.

viernes, 29 de agosto de 2008

La noche humana de Carlos Calderón Fajardo

El narrador Carlos Calderón Fajardo, quien se encuentra en una de sus etapas creadoras más fructíferas, nos cuenta de su nueva publicación:

La noche humana es un tríptico, es decir tres nouvelles, que tienen en común que tratan sobre la vida de escritores y artistas peruanos en París, durante casi todo el siglo XX. Los temas principales de la novela son la vida de escritores peruanos en París, la danza y la muerte. En las tres novelas aparece el personaje Milú, una poeta peruana muy joven que viaja a París en los años 30 y se vincula al movimiento surrealista y luego a la resistencia en la Segunda Guerra Mundial, durante la ocupación nazi de París. La novela pudo haber llevado el título de El tríptico de Milú. Cada novela es independiente. Puede uno leer la primera, y ya no leer más, o leer solo la segunda o sólo la tercera.
La primera novela La oreja del éxtasis ocurre en el París de los años 30 y 40. Y los personajes principales son Helba Huara, Gonzalo More, Milú, y aparecen César Vallejo, amigo íntimo de Gonzalo, Henry Miller también amigo íntimo de Gonzalo More, Anais Nin amante de Gonzalo, Lawrence Durrell, y el pintor Ives Tanguy. También Antonin Artaud porque Gonzalo More era el luminotécnico del "teatro de la crueldad" de Artaud. Helba Huara fue una bailarina de danza moderna de fama mudial, que bailaba al estilo de Isadora Duncan, y que en la actualidad ha sido olvidada por su patria.
La segunda novela ocurre en el París de los años 60, y lleva el título Los movimientos del silencio. Es la historia de una narrador peruano que escribe su primera novela La oreja del éxtasis, una novela sobre Helba Huara. Antonio Salas, que así se llama este joven narrador tiene como compañera a una joven bailarina francesa de ballet clásico, y es así como se sucita en la novela reflexiones sobre la danza, la danza moderna y la danza clásica, el ballet. En esta segunda parte aparece Julio Ramón Ribeyro, y muchos otros escritores y artistas peruanos que vivieron en París esa década.
Las tercera nouvelle, Vidas interumpidas, ocurre en el París de los 70. Es una novela que trata sobre la bohemia de mi generación en París, la generación del 70, y trata sobre la escritura, la bohemia y la muerte. En la novela aparecen como personajes Elqui Burgos, Armando Rojas, Manuel Gutiérrez Souza (Krufú), y muchos otros poetas y artistas de mi generación que vivieron en París en esa década diás de felicidad y desdicha, algunos de los cuales vivieron su vida interrumpida por la muerte.
La novela será presentada por el narrador y poeta Oscar Málaga, el día miercoles 30, a las 8.30. En la sala Blanca Varela de la Feria Internacional del libro. La novela la publica PetroPerú, tiene 240 páginas, y el día de la presentación de la Feria será vendida, a los que asistan a la presentación, a 5 soles. Luego será vendida en el stand de Petroperú a 15 soles, como precio de Feria.

PD: "Los territorios ocupados, así se titulada la novela que Enrique Bernales acaba de publicar con el sello Mundo Ajeno Editores. El autor, que perteneció al grupo poético Inmanencia, es conocido por sus trabajos en el rubro de la poesía y la crítica", señala la sección cultural del diario La Primera. El libro se presenta hoy a las 4:00 pm en la sala José María Arguedas de la Feria Internacional del Libro. Y mañana, a propósito de los diez años de Inmanencia, habrá un recital poético a las 7:00 pm en el Jazz Zone (Av. La Paz 646 - Pasaje El Suche, Miraflores).







jueves, 28 de agosto de 2008

Darwin Bedoya *

Escribo porque huyo,
y al emprender ese fabulosos retiro

hallo en mí lo que no tengo conmigo.

Darwin Bedoya




Escribe: Walter L. Bedregal Paz



Darwin Eduardo Bedoya Bautista


(Moquegua, 1974)



Docente de Lengua y Literatura. En el año de 1995 escribe su primer poemario, uno de los poemas le da el rótulo de Momentos eternos. En 1995 culmina su relato inicial El encantado. En 1996 inicia su segundo relato Violencia de un ocaso. En 1997 concluye un trabajo formal de poesía titulado El llanto de las flores, su segundo poemario. Termina también el relato, ese mismo año, Los días de Bonny y aparece al par el relato intitulado Por ese camino, quizá el mejor de sus trabajos narrativos, aplaudido en el Taller de Literatura CONTACTO VOZ del cual es integrante. Aquí aparece también su tercer poemario denominado Encuentro del tiempo.

Parte de la producción de Bedoya se mantiene inédita, pues sólo está culminada en cierto modo, pero que para el rigor de su autor aún están por culminar, a pesar que publicó: Jardines del silencio (2004). Desde 1998 inicia el poemario Escrito en trance y concluye un conjunto de poemas bajo el título de Yarume primera eda del silencio, que publica el año 2006, forjado y saludado en el taller literario CONTACTO VOZ. Además , artículos y ensayos en diferentes revistas y diarios nacionales y regionales.
Darwin Bedoya ha publicado poemas y cuentos en conocidas revistas de literatura del sur peruano. En su breve trayectoria cuenta con haber logrado algunos méritos como el reconocimiento en el Concurso Nacional de Poesía Premio: Pucara 1997 – Huancayo, con Primera Mención Honrosa, organizado por la revista de literatura CASCADAS y la Municipalidad de Pucara- Junín; en el Concurso Nacional de Poesía Alberto Hidalgo 1998- Arequipa, obtiene el Primer Premio Nacional de Poesía, organizado por el semanario EL CLARÍN; Primer lugar en el Concurso departamental de Poesía (Premio “Simón Fidel Quispe”), organizado por la CUBUP – Puno; finalista en el VII Certamen Internacional de Poesía Ciudad de Torrevieja convocado por el Instituto Municipal de Cultura Joaquín Chapaprieta de Torrevieja 2002, Alicante – España; Primer y Segundo Premio en los I Juegos Florales JULIACA ETERNA organizado por la UGEL San Román, Juliaca 2004, en el área de cuento; al año siguiente, el 2005, obtiene también el Primer Premio de cuento, en los II Juegos Florales JULIACA ETERNA, organizado por la misma institución. Tercer Premio en el Concurso Nacional de Cuento Electro Puno S.A.A. 2006. Integra la ANEA- San Román y la CASA NACIONAL DEL POETA – Juliaca.
Coeditor de la revista de literatura, arte y cultura Pez de oro. Editor del CUADERNO BIMESTRAL DE POESÍA Lágrimas de cocodrilo. Director del TALLER DE CREACIÓN LITERARIA La tribu de los espantapájaros. Director de la revista de poesía GARABATOS DEL AGUAFIESTA, Miembro del Consejo Editorial del Sello LAGOCULTO EDITORES.
También quedaron frases evangelizadoras de un poeta moqueguano, fallecido J. Roberto Begazo Mayca, predestinadas a modificar el pensamiento y carácter de la literatura puneña contemporánea, aparece el poeta que está en contacto directo y amplio con la poesía nueva, la apreciación de J. Roberto Begazo Mayca, rescatada del silencio es esta:
Una apreciación literaria a la producción poética de Darwin Bedoya: “…con beneplácito y gran estoicismo, tomo la pluma para enervar mis ideas y atisbar con sumo cuidado, algunas pautas sobre la ¨Fertilidad literaria¨ de Darwin Eduardo Bedoya Bautista, que vivifica el nombre de quien ayer fuese bisoño y hasta errátil; pero… que hoy, se convierte en el arquetipo de la literatura peruana. Confieso, en honor a las letras, a los literatos y a la poesía “ mi fiel compañera”; por supuesto, sin caer en la fatuidad; fui quien endilgó los primeros versos en Darwin Eduardo, vate, narrador y en sí polígrafo. Al leer detenidamente su vastísima producción literaria, encuentro una poesía pura y sin remedo; versos que llegan a la médula y que trasuntan el alma; que hacen del verso, no sólo un suspiro sino una llama incandescente; un estilo peculiar, patético y apasionado; abunda en giros expresivos, muy precisos y armoniosos; fluidez en el lenguaje y léxico exuberante. En su poesía primigenia, emplea la métrica regular, impera la metáfora y la rima consonantada; paulatinamente se va desprendiendo del formulismo, para incidir en el versolibrismo.
Yo que soy amante del quehacer literario, auguro en Darwin Eduardo, un futuro promisorio, ya que es progenie de un pueblo espléndido; cuna del Amauta, de Honorio, de Mercedes Cabello de Carbonera y otros; que su literatura sea cada vez más verosímil y de vanguardia.(**)

Actualmente se desempeña como docente de literatura.


POEMA URGENTE (***)

Ventana de ojos abiertos
cierra ya tu luz
mis huellas huyeron por ti.
ahora en el ángulo de tu habitación
conserva el obsequio sin fondo
conserva mi ausencia.
cortinas de llamarada azul
que tengo enganchadas en la mirada
puerta de brazos extendidos
y luces de fulgor encendido
aguardan su calor para mí.
Llegaré.
hoy persigo el eco del tiempo
el latido de un mañana
y la fuerza de un pensamiento.
Persigo
un sentir con agallas
una razón sin agonía perpetua
un ideal
que traspase el ámbito del silencio.
Quiero romper las fronteras de lo poco
busco beber el camino que soñé
¡Ahora!
Antes de volver a mí mismo.

QUIELA

Hay alguien detrás de la puerta
sentado en el lugar donde palidecen las horas
empieza a contar en sus dedos
todo lo que va mirando a su alrededor:
dos tazas tibias de café a medio tomar
tres colillas de cigarrillos sobre el tapiz
y en el rincón de rostros olvidados
un suspiro reflejándose en el espejo
después
el mismo alguien cierra los ojos
saca un libro entre sus mangas
y comienza a leer el juego de la eternidad
a medianoche cuando concluye su lectura
el sueño le desata un camino a sus pies
ha caminado tantas veces la misma ruta
dejando páginas en blanco
a un costado del jardín
y ahora regresa descalzo desde su propio recuerdo
al despertar comprende la luz de la ventana
y la cortina hecha jirones en el suelo
mira la mesa completamente vacía
y por fin palpa sus manos
se da cuenta que no han quedado tristezas
ni siquiera una para remedio
cogiendo sus anteojos
piensa que anduvo en el jardín
porque ahora termina de mirarse
en el mismo espejo. se reconoce internamente
como cada mañana. arranca una página del libro
y deja sus ojos en otro lugar.
sus manos rozan el sueño
y entonces percibe los pasos que jamás logró confundir
alguien viene a grandes pasos
como si lo llamaran con campanas
se apea del silencio
y descubre un rostro igualito a la duda

Las horas eternas en la banca del parque





el jorobado en el parque solitario soñador
apuntalado entre los árboles y el agua
desde que el candado del jardín se abre.
Dylan Thomas


una iluminación
y varias canciones se pierden en su memoria
de habitaciones inconclusas con charcos de agua
en donde se refleja su propia imagen:
busca en la esquina de la plaza un quiosco
y allí compra el periódico del día

se sienta en una banca del parque
mientras lee y espera
la llegada de una sombra de abril
que nunca se confunde con la gente que viene y va
porque nunca supo llegar

y termina de leer de palmo a palmo su periódico
termina el crucigrama
y no termina las horas eternas en la banca del parque
y llega nadie
sólo una colección de imágenes borrosas
le hablan para que siga ahí
y no apague sus ojos
ni seque los charcos de agua
donde todavía se le puede ver
sin canciones
en una banca del parque






____________________________
(*) Parte de este texto está inmerso en el libro Aquí no falta nadie, antología de poesía puneña de Walter L. Bedregal Paz. Grupo Editorial "Hijos de la lluvia" & LagOculto Editores. 2008.
(**) Roberto Begazo Mayca,(+) dejó estas apreciaciones, pensando que toda obra literaria por buena y tal vez acabada, carecerá siempre de sombras.
(***). (1998). Primer Lugar el I Concurso Departamental de Poesía “Simón Fidel Quispe”. Organizado por la CUBUP – P. Puno.

miércoles, 27 de agosto de 2008

Eddy Sayritupa *

La ciudad es un ave con plumas de luz,

Hayuvé que el silencio concibió un sol rojo

un lago azul del tamaño del ojo de un Dios.

Eddy Sayritupa.



Escribe: Walter L. Bedregal Paz


Eddy Oliver Sayritupa Flores

(Huancané, 1974)



Abogado de profesión con estudios en la Facultad de Ciencias jurídicas de la UNA – Puno. Dos elementos pueden ser antagónicos, diré que: Sayritupa, es la que un poeta amante de las cuestiones filosóficas, poseedor de abundante don de la palabra, entonces, uno sería, el afán de precisión conceptual lo cual lo vuelve inelegante, iterativo, en las frases que metaforiza, muchas veces; la segunda, el flujo verbal desvirtúa las ideas o las engendra falsas.

Ha obtenido el Primer Puesto, (compartido) en los II Juegos Florales de la UNA – Puno, 1993; Primer Puesto del Concurso literario Nacional “Canto al Lago”, categoría estudiantes, organizado por el PELT, 1998. En el 2007, en el Concurso Regional de Cultura Organizado por el INC Cusco, logra una mención en el género de Poesía.

Como pensador, Sayritupa tiene una ventaja sobre la gran mayoría, de los que entre nosotros estudiamos, aquello de las cuestiones filosóficas, de un conocimiento del verso, inmerso de evoluciones del pensamiento nuestro. Sayritupa, leyó y conoce a los grandes maestros y afronta los problemas con criterio independiente, no por el hecho de que haya sido elegido junto a Simón Samuel Rodríguez los únicos de aquella generación de finales de siglo y ser antologados en una publicación de Omar Aramayo, lo hace diferente, extremo, no, al contrario, lo único que ahora lo inquieta es aquello que muchos poetas y críticos ven con preocupación, la mayoría de los poetas a la frontera del capitalismo centralista, están huérfanos de un medio donde puedan adoptar sus versos, todo, y siempre fue – espero que no sigan así – por la desidia de las autoridades y la falta de un programa ha realizar, de buen grado que se dedique a este oficio.

Por lo tanto y pese a haber sido finalista en el COPÉ INTERNACIONAL de Poesía 2007, es un pensador que con toda su gran fuerza espiritual (ama la verdad) ama mucho más el bien y estima la ciencia como una versatilidad que tiende a la acción.



VIAJE


Hemos viajado

por el sendero de tus palabras

en las barbillas blancas

de una paloma silvestre,

envueltas en una ola tibia

de tus labios.

Tras el perfume agreste

de tu sonrisa herida.

Hemos cruzado

ríos septentrionales.

Y océanos aromáticos.

y al llegar a tu corazón

reímos con las auroras

hasta descansar

en la melodía de tus movimientos,

hasta reposar

en un pétalo anaranjado

de tu alegría

hasta gastar a besos

la noche en un rocío



I


Aquí

Una hora rodó de tus articulaciones.

Parpadea el fuego su maternidad

El vaho de mi corazón tibio que os ofrezco, escarcha.

Los ojos helados, desvelan las llamas.

El cráneo descuadrado truena.

La ceremonia comienza

el Wilanchu inciencia el corazón subterráneo

el cráter pulmonar de Kapia

Suda el manantial de su antigüedad.

flota la superficie en los alvéolos de la luz

el amanecer es flor y carne

la mesa extendida al sol

Imploramos.



III


Yo vi sobrevolar a la lluvia

en forma de ave

fíjate,

llevas el mismo pico,

el plumaje, los ojos oscuros,

las patas largas sujetando a la luna

ese cielo poblado de escamas

esa rama salida del pasado

con sus hojas enormes cielos

colgando soles como ojos de quinua

poblando la ciudad que llevas dentro.



IV


Si viajas

no viajes en una ave ni en un pez

corre y te saldrán alas como escamas

como banderas de la vida flameándole al cielo

quedará atrás la noche, atrás la vida.

Si viajas.


Fíjate que estés vivo

que esté lloviendo y sea tarde

que mientras viajes se fragmente la presencia

y vayas dejando gotas de noches,

gotas de días como sueños.

Fíjate que la luna esté prendida

y tus ojos estén mirando desde allí.


____________________________

(**) Parte de este texto está inmerso en el libro Aquí no falta nadie, antología de poesía puneña de Walter L. Bedregal Paz. Grupo Editorial "Hijos de la lluvia" & LagOculto Editores. 2008.




martes, 26 de agosto de 2008

Erdi Flores *

Silencio:

Que nadie pinte sobre tus ojos rojos

que nadie le dé forma a la tarde

ni hagan canciones de la lluvia.

Erdi Flores


Escribe: Walter L. Bedregal Paz



Edwin Ticona Flores

(Ilave, 1970)


Docente y Abogado. Los dioses le han otorgado casi todo, con todos no son tan generosos, aunque de algunos se acuerdan más. Pero este poeta se deja atraer por el encanto de lo sensual y de lo efímero. del poema .Se divierte escribiendo como un Dandy, hombre de mundo, de amores lejanos, miradas de una amada naturaleza con ojos pequeños y claros de mujer completamente celestial. Su poesía no desperdicia su genio, ni agota su fuente juvenil, tiene una forma de ser que se conjuga con su propio genio, a la vez que curiosamente le da curioso placer el desperdiciar su inagotable amorío. Cansado de caminar con las nubes bajo el brazo, bajó las nubes a sus pies y descendió junto a ellas a caminar buscando en sus profundidades nuevas sensaciones, llegando a encontrar sólo hombres ,con el significado para él de una sola pasión: el amor a la mujer, que paradójicamente en la esfera del pensamiento y el palpitar del corazón, el deseo al final sería una enfermedad o una locura, o ambas cosas, llegando a convertirlo en poseedor de vidas diferentes y ajenas.


Tiene en su haber el Primer Premio de Poesía (compartido) en los IV Juegos Florales Universitarios, organizado por la UNA – Puno, 1997. Segunda Mención Honrosa en el IV Concurso Regional de Poesía Premio: “César Vallejo” 1999. El mundo literario puneño espera su primer libro con expectativas.


Toma el placer de vivir: “…por ellas”, (las mujeres como musas), donde las encuentra y continuar abanzando su caminar. Sin olvidar que cada acción pequeña de cada día forma o deforma el carácter; y que por tanto lo que se ha hecho en la cámara secreta habrá de decirse algún día públicamente, como un: “…te amo” delante de todos y empezar ese día a ser recién dueño de sí mismo.


Edwin Ticona, es un poeta emocional y como tal, a pesar de estar imbuyéndose en la espiritualidad de los amores tempranos lleva la marca peculiar de los latinos: el sensualismo. Puedo descubrir que él idealiza el realismo en su poesía, no sé de quien haya adornado de fastuosos sentimientos amorosos, infundido en los turbadores perfumes y saturado de enervante música esa pasión cuando uno escribe el nombre de la amada primero, esperando expresar el elavarla a la excelsitud con una filosofía más que añorada: “…a ella, con el más puro amor”, que al terminar y volver a leer, esa gama, da la sensación que el espíritu del ser amado busca expresarse infinitamente, eterna y absolutamente con emoción humana.


Esta expresión, esta forma de empezar su poesía, como dulce melodía, encuentra casi realizado lo descrito, esos indefinibles estados anímicos. Difícil es decir que la poesía de Edwin Ticona, canta por sí misma, o interpretarla como sus musas deben sentirla, a la manera coloquial, o ser poesía amorosa, cosa que está lejos de serlo, por los esplendores externos con que reviste las versiones poéticas de sus poemas, con extremado afecto al cariño; mostrándonos de nuevo su espíritu de Dandy, Edwin, o como lo suele llamarse en sus ratos de lucidez: Erdy Flores; en el jardín de la literatura puneña de Fin de Siglo es: como ave del paraíso, cuyo vistoso plumaje esplende sin rivales, y tornasola los tintes rosáceos del alba, es un poeta cuyo mensaje llegará a multitudes, un temperamento demasiado individual e intenso.


Tiene preparado un libro inédito Silencio bajo palabra. La poesía de Edwin es la vibración que nos procura la serenidad, es un alejamiento del silencio para encontrar la voz y las imágenes que vislumbran el camino del poeta. La melancolía es el espíritu de su voz que se va tornando en soledad y poesía.


DIALECTO


A PUNO

Puno, entonces, i luego

en cuál lluvia seguirás nublado?

Con tu arco iris oscurecido

Estirándose en mi tristeza.

I qué serpentinas

Aún, cuelgan desteñidas

En tus carnavales de kantuta?

Puno, aguacero deshidratado i sacudido

Sobre nuestros rostros.

Cuando no me oyes

Soy el que aúlla

En los huesos de la noche,

En ese granizo abandonado

que brota de tu silencio

o de tu voz con eco viudo.

Crecen espinas

En nuestras gargantas

Acelerando al viento

De mis pulmones reventados

…por lo menos quisiera

A R D E R :

En un árbol astillado

En relámpagos secos

Luego descansarme

En un beso blanco

De tus cordilleras

I pintar de gaviotas nuevas

Tu sonrisa

I de arco iris alegre

Tus párpados hidrosféricos

“aún me gusta el dialecto de tu mirada”.



AUSENCIA


A Nancy


Los ríos atravesaban los huesos más largos

y los caminos quemantes del relámpago

para llegar al olvido.

El agua fosilizada acaba de ser descubierta

por la sed de un poeta romántico

porque en los días de recogimiento dibujaba

mediodías (sobre la arcilla roja de unos besos abiertos).

Yo llegaba en silencio(a donde aguarda la nostalgia)

después de habitar el abismo del viento

y las moradas del crepúsculo; ardiendo en el origen del granizo.

Andaba tras los árboles

fluviales adivinando el perfil

de la lluvia y las sombras del relámpago:

con mis propios dientes estrujé una flor

blanquísima (de entre las palabras más puras).

Pero, su silencio tenía la misma distancia

que el invierno y la velocidad de las lluvias

olvidadas exprimidas de las tardes por cierta

necesidad del llanto.

Los búhos observan atentamente la tristeza.

La noche era una palabra obscura que el cielo

escribía (con su mirada).

La noche llegaba tapándose el rostro,

callando tu nombre a viva voz.



SUDARIO



A Mónica


Un pañuelo

transparente

del color de una hora

distanciosa.

Un pañuelo bordado por voces de bayeta

pintado con palabras

sueltas

arquitectónicamente

e s t e n d i d a

sobre

mis penas

en una gaviota

acaban

en una gaviota

como algunos sueños,

i desde su fondo

se levantan sonrisas

en forma de eucaliptos

i caen peces voladores

en tu mirada

de islas colgantes.

Un pañuelo ondeo

en la metáfora del viento

sobre las piedras tatuadas

con tu nombre curvilíneo

G E O M E T R Í A D E L A M O R



LATIDO DE UN HUESO


A Mónica


Dios es razonable:

Para estas cosas del amor

No existe Dios.


Mi alma huyó a mis huesos

garganteante desde todos mis residuos, desde

una esquina de mi óseo.

En verdad la noche crece en mis sueños

hasta cubrir lo prohibido de tu rostro como

cuando estás ausente, escondida en ti misma.

Los búhos lloran i las alondras huyen

a otra noche más lejana, desde mí vacío,

temblando en las ramas de todos los inviernos

inventando este día.



Llevo un aguacero sobre mis espaldas,

voy arrastrando un río, pateando espinas dolidas

pisando la hierba desnuda que tus pasos hicieron

crecer.

La nostalgia insiste

Yo tenía el tacto del álamo que conocía

la forma del viento i del aullido, i el tacto

de mi voz que conocía tu nombre.

Vacíos i melancolías sujetas a una

misma canción, metafísica, desde tus ojos caídos.

Debo irme a calmar mis sueños, a descansar mi

miedo, ah… No sé en qué agua placentaria.



_________________________

(**) Parte de este texto está inmerso en el libro Aquí no falta nadie, antología de poesía puneña de Walter L. Bedregal Paz. Grupo Editorial "Hijos de la lluvia" & LagOculto Editores. 2008.





lunes, 25 de agosto de 2008

Walter Paz *


Una araña hila

nuestra existencia.

Desovilla mañanas

enmadeja tardes,

inventa pañales y mortajas

raya sobre la geología

un poema.

Walter Paz



Escribe: Walter L. Bedregal Paz


Walter Paz Quispe Santos

(Acora, 1968)



Docente de Lengua y Literatura. Primer Lugar en el I Concurso Regional de Poesía “Premio Ciudad de Huancané”, otorgado por la Municipalidad de Huancané en el año 1993. Premio Regional de Poesía Cesar Vallejo en el III Concurso Regional de Poesía, organizado por la ADLA – Elegía, 1994. Ganador de los III Juegos Florales en el género de Poesía en la UNA – Puno, 1995. Ganador del Premio Nacional de Poesía Capital de la Integración Andina – Juliaca – 1995; organizado por la ANEA – San Román. Primer Lugar en los III Juegos Florales de las UNA – Puno, 1995. Primera Mención Honrosa en el Concurso Nacional HORACIO, en el género de poesía, 1999. Dirigió con relativo éxito la revista Cultural Prescott, colaborador en diferentes revistas y diarios que circulan en la región.


Estudió Ciencias del Lenguaje y Linguistica Aplicada en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, España.


Quispe Santos, hasta ahora desde Obituario del Búho (Lago sagrado, 2007), no agregó a su obra nada nuevo en los temas ni en la forma; pero sí fue perfeccionándose en la honda pureza de su concepción de la vida y adquiriendo definitiva sencillez de estilo; hay en sus Bablús (*) muchas de sus notas más sinceras y más claras. Tampoco hay variación en los paisajes y suspiros melancólicos. Exteriormente, sí, cambian los temas: los versos con paisajes no son puneños, sino extranjeros, y tiene notas nuevas de realismo, agregaré que, a través de sus libros inéditos. Walter Paz, manifiesta ser fiel a la línea directriz de su poesía.


Los años afirman en él la sinceridad: La clave de la melancolía, una serenidad romántica. Dice indirectamente que desea acallar el lamento pero no las preguntas, su interminable alegría después de la tristeza, la transforma en sus Bablús, que descubrimos con firmeza cada día, a la vez que se aleja más del mundo de las apariencias y se concentra en su sueño de Romeo alucinado, enamorado siempre.


De cómo el Búho sugirió esta idea a este poeta, la historia puede contarnos arcaicas reliquias artísticas, la más antigua poesía escrita y, más elocuente aún, la mitología, conservadora de la primitiva actividad espiritual de los pueblos hablaban del Búho, como el mejor dotado entre todos las aves del paraíso, como los símbolos de la primavera, el Adonis, el Perséfona, a la vez símbolos juveniles y afines a la familia trágica de los mitos solares, como los otros, los mitos florales Jacinto y Narciso, y exquisitamente patéticos como el Hilas.


Pero Walter Paz, cuenta entre los poetas centrales, entre los de personalidad fuerte e intensa en la literatura puneña, debe estimársele en más de lo que hoy es uso; porque en su poesía se oyen sonar notas de las más delicadas notas que forman una armonía de tono amical y amoroso, vagamente extraña, original y exquisita, cuando en los arpegios que suenan el ser amado siente ilusión ataviada de cálidos colores, con un rojo llameante, sensual.


El nos dice:

“…que la literatura es un acontecimiento rico y complejo, de intensa vitalidad. Hoy que existen excelentes condiciones para lanzarse sobre ella con una mirada profunda en todas las direcciones de la brújula del tiempo. Me permito con vuestra supuesta anuencia transcribir un poema mío, acaso tengo derecho a usar un espacio para asunto tan íntimo y personal. Sin embargo, debo decir, que no sé qué es poesía. Tal vez la paradoja más grande que padecemos los poetas, sea que no entendamos qué es la poesía pero que inevitablemente escribamos poesía. Los críticos saben qué es la poesía.

Este poema, hecho como el amor en cama, lo dedico a la persona en cuyos labios la palabra amor aún sigue siendo limpia. En fin, a rose is a rose is a rose is a rose…”.



Bablú uno


La nostalgia nace a cada instante. Gime la alondra al parirla. Es una salamandra que recorre las cuerdas del violín para proferirla, arrastrarla con su arco de frío sin piedad y descorazonarla.

Es una abeja que vuela mil noventa y nueve veces para crear una rosa. Su destino es vagar sobre la hiel de una hoja marchita.

Descansa en el granizo de las nieves perpetuas. Agita sus alas y retorna a su infancia glacial.

La nostalgia siempre muere de amor.

En

las

ramas

de

tu

delgada cintura

se

agita

Apolo

huyendo del sueño celeste.

En

los

brazos

de

tu

vientre triste

se mece

el aire de tu voz

que

abre

la

leyenda

de

la

juguetona carcajada del silencio.




UNA ARAÑA

A Julio Chiroque.

“Claro está que murió

como deben morir los poetas

maldiciendo, blasfemando

mentando madres…”

Efraín Huerta


Una araña hila

nuestra existencia.

Desovilla mañanas,

enmadeja tardes,

inventa pañales y mortajas,

raya sobre la geología

un poema.

Una araña hace y deshace

sus planos

con una línea afilada

hasta levantar

un edificio

de historias.

Una araña teje caminos,

teje nuestra tristeza

en un rostro prohibido.

Construye día sobre día jardines

sobre una herida.

Una araña teje una trampa

para atrapar

la inmortalidad.



PARA UN BABLÚ QUE ACABA DE NACER


A: Marlene Paz


Hay una mañana pequeña inventada

no sé en que noche tenue

y no sé en que celebración y en que sueño

donde una bablú blande y se levanta

agita su música silenciosa

y crece.


Una mirada diminuta sostiene las horas

mueve las manos e inventa otro día

y en el día los minutos se llenan de fiesta

y la fiesta se enreda en un giraflor.

Se encienden las ventanas de sus ojos

y su deshabitada memoria almacena

pequeñas estaciones inaugurales

acaso frescas historias escritas en el aire

con pulso mudo de cascadas de agua dulce.

Son las leyendas humildes de canciones

de asustados grillos

mil veces pintados por niños sin recreo.

Y no sabe nunca quien llegó a los patios lejanos

de la infancia el vigilante girasol

ni de donde proviene ese nuevo himno

que susurra el tiempo en las esquinas de la vida.

Digo bablú

y un solitario caracol traza su sonrisa

que se mece en la mirada de la alondra

con nerviosas pinceladas sobre un tejido aimara.

Y si bablú sabe tirar frutas al cielo y sonreir

hay que pensar en los parques infantiles

en los colores del arco iris y una ada madrina

en el calor de los fogones y el cuento verdadero

en la lluvia feliz y el juguete cándido

en las rondas redondas y rondinelas

y sobre todo

en un nombre.



______________________

En la fotografía Walter Paz junto al poeta Alejandro Romualdo, (Quinua - Ayacucho, 1996).
(*) Arquetipos que usa el poeta en el poemario
Obituario del Búho.
(**)
Parte de este texto está inmerso en el libro Aquí no falta nadie, antología de poesía puneña de Walter L. Bedregal Paz. Grupo Editorial "Hijos de la lluvia" & LagOculto Editores. 2008.