miércoles, 13 de octubre de 2010

La "Oscura ceremonia", de Darwin Bedoya

Oscura ceremonia
darwin bedoya
Colección de poesía "jaula de papel"
LagOculto editores
plaquette 32 pp.
Juliaca - Perú


Darwin Bedoya y Javier Núñez


Por Javier Núñez

Escribir poesía es una actividad misteriosa, inexplicable como la muerte o la vida. Pareciera que los poetas obedecen a fuerzas sobrenaturales cuando escriben poesía… En el proceso de la creación, el poeta explora la otra cara de la vida y la expresa artísticamente a través del discurso poético… Por otro lado, el poeta no recrea realidades existentes, más bien construye nuevas realidades… Después de estas palabras previas nos aproximaremos a Oscura ceremonia, de Darwin Bedoya.

Darwin Bedoya (Moquegua, 1974) es consecuente con la escritura, es un poeta en ejercicio como pocos lo son… Ha logrado desarrollar un estilo propio, tanto en el tratamiento temático como en el manejo del lenguaje. Sus poemas y cuentos son dignos de figurar en antologías rigurosas… En resumidas cuentas, Bedoya es una de las voces literarias más prominentes de la Generación de Fin de Siglo [y de la literatura puneña], junto a Filonilo Catalina.

Oscura ceremonia (LagOculto Editores, 2010) es una plaqueta de veintiún poemas impresos en papel de matiz sombrío. Los ejemplares editados están numerados (50 ejemplares). A nivel de la “estructura superficial”, diremos que es poesía en prosa. Las frases son cadenciosas, musicales… El ritmo fluye como la corriente de agua serena (no hay palabra que sobre o falte)… Bedoya usa artísticamente la lengua, de modo que logra la belleza exigida en la construcción textual… A nivel de la “estructura profunda”, el título del poemario apunta a la noche, la soledad, el silencio, la tristeza, la muerte. En efecto, son los rasgos sémicos que se reiteran con frecuencia en cada uno de los poemas. Dichos rasgos sémicos aparecen en relación íntima con la escritura, las palabras, es decir, con la “poesía”… Bedoya construye un sujeto textual que reflexiona sobre el oficio del creador, del inventor de realidades, del trovador anónimo… El hablante lírico se desplaza entre la vida y la muerte, y crea su propio contexto. Desde allí enuncia el discurso poético, cuyo tópico es la “poesía” como actividad misteriosa, junto a las palabras, el acto de la escritura, siempre en relación con la vida y la muerte. En algunos textos alcanza a reflexiones metafísicas. El hablante lírico, a menudo, tiene incertidumbre, no encuentra respuestas para sus preguntas. Su preocupación constante es la naturaleza de la poesía y el acto de escribir. Oscura ceremonia, no sólo es discurso poético, sino un culto a la poesía. En resumen, escribir poesía está asociado con la vida, la soledad y la muerte…, tal como apunta el sentido del poemario. Escribir poesía es un acto sagrado, un rito con las palabras, que trasciende a la muerte y la vida…, en tal sentido, la muerte es una forma de seguir escribiendo…

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