Pobre Antuquita
todo el día detrás de la majada.
Hecha un ovillo sobre las piedras,
se ha ido tan lejos.
Se va a quedar en media pampa,
acorralada entre los cerros.
Alejandro Peralta
Escribe: Walter L. Bedregal Paz
Alejandro Peralta Miranda
(Puno, 1899 - Lima 1973)
Es uno de los más grandes poetas vanguardoindigenistas puneños. Poetas como Vallejo, Eguren y Chocano se expresaron con admiración sobre la poesía de Alejandro Peralta. Sus obras Ande (1926), El Kollao (1934), Poesía de entretiempo (1968), Tierra-aire (1971) y Al filo del tránsito (1974), constituyen la mejor voz indígena de la poesía del Perú.
El hermano menor de Arturo Peralta (Gamaliel Churata) también destacado alumno del maestro José Antonio Encinas. Publica sus versos en distintas revistas literarias de la época, Amauta y el Boletín Titikaka, fueron los que más resaltaron su verso poético. Su poesía alcanza puntos desequilibrantes de logro, lo cual le permitió obtener en el año de 1961 El Premio nacional de Cultura, con su libro de Poesía de Entretiempo (1968). Publicó más de cinco libros, entre los que destacan Ande y Kollao (1934), por tener estos rasgos y cortes de surrealismo que hallamos en sus páginas, sobre todo en Ande, circundando lo telúrico y la vanguardia; Tierra Aire; un libro de menor pureza estética que Ande, pero de mayor ímpetu revolucionario fue El Cal, poco conocido en nuestro entorno, pero de lectura paciente en el país hermano de Bolivia, para finalmente tener Al filo del tránsito, publicado para una edición póstuma por el Instituto Puneño de Cultura con sede en Lima.
LAS BODAS DE
En una esquina de la noche
la bandera
de fuego del festejo
quiebran las sombras como látigos
veinte ojotas borrachas
EL CHARANGO SALE A GRITAR A
Se ha casado
la Martina
de la quebrada
se ahoga dentro la noche
Toda la noche la música sobre los cerros
como sankayos
como clavelinas
BOM BOM BOM BOM
Ahora es el bombo que levanta terrales de alegría
El cuarto está alumbrado de gritos
tienen las venas hinchadas de pitos y tamboriles
en la parroquia han temblado como las totoras
se le fugaron los ojos con el incienso por la claraboya
en el camino querían prenderse de los gorriones
De madrugada
desenredando la mañana y se iban cuesta arriba
dejaban ardiendo el cerro
BOM BOM BOM BOM
Los novios están bailando un waiñu de llamaradas
la
mar
ti
na
EL ALBA ESTÁ CANTANDO EN LAS VERTIENTES
Influenciado por los informes de Mariátegui sobre los últimos sucesos del mundo literario, Peralta que en ocasiones había firmado como Alfonso Cajal, es “… vanguardista a su modo, sus versos recogen el sentimiento, tristeza y desolación cargado por imágenes ilusionistas, que entremezclan la naturaleza, y desde luego, la independencia de su fe creadora, entre elocuente, plástica y surrealista” (Toro Montalvo César, 1988, p. 613).
Su poesía es vital y renovadora para los albores del indigenismo, Toro Montalvo y Luis Monguió dicen sobre los versos de Peralta, en los que hay elocuencia, plasticidad, surrealismo y amor al indio y al altiplano.
En el Prólogo de Poesía de Entretiempo Adalberto Varallanos refiere su pensar: “Si César Vallejo, de quien se diferencia en el espíritu y en la visión, es un poeta expresador de la angustia y de la tortura del alma indígena; Peralta es un interpretativo, un colorista o itinerario de los paisajes andinos. Aparte de la luminosidad de sus metáforas y de la limpidez de sus versos, que pone ante el lector la emoción y visión de los pueblos del Sur, es un poeta de cierto fatalismo ancestral”. (1968, p. 5).
Su obra póstuma Al filo del Tránsito (1974), refleja al indio y el paisaje altiplánico como protagonistas primordiales.
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(*) Parte de este texto está inmerso en el libro Aquí no falta nadie, antología de poesía puneña de Walter L. Bedregal Paz. Grupo Editorial "Hijos de la lluvia" & LagOculto Editores. 2008.
(**) En la fotografía, Alejandro Peralta el poeta, a lado de Demetrio Peralta (Diego Kunurana), el pintor. Una cortesía de Pedro Pineda Aragón.
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