jueves, 30 de octubre de 2008

EL POETA Y SU AMADA

Escribe: Hugo Apaza


En la actualidad la vorágine de la globalización deshumanizante, peligrosamente viene proscribiendo al arte y la literatura a un plano de jerarquía social ínfima, obnubilando las conciencias con espejismos de prosperidad material y económica. Sin embargo, en medio de este panorama nebuloso, hay seres superiores que están persuadidos que sin el arte y la literatura no habría humanidad, y que la existencia tiene sentido gracias a estas hermosas creaciones humanas. Hoy no podemos decir que todo hombre es poeta, pues para serlo se debe poseer hálito divino para crear y resistir, son creadores sólo algunos elegidos que se convierten en inagotables manantiales de vida y perseverancia. Así, el poeta es quien da personalidad a los pueblos y perfila sus horizontes de prosperidad. ¿Quién sino el poeta es quien nos hace comprender la belleza del mundo y la integridad del hombre?


La poesía no es mercancía, es sentimiento; y la poesía que canta al terruño del poeta, es una ofrenda noble que engrandece al bardo y su pueblo. En esta línea observamos que la avenida de la lírica sur peruana tiene hermosos y aromáticos jardines. De los pocos cultores del presente, el autor de Elucubraciones es uno de los emergentes a quien admiramos. Allí, en la senda de don Vicente Benavente Calla, aflora el ramillete lozano del poeta Jesús Walter Zea Mamani, quien con brío y verso bruñido nos invita amar a Juliaca.


La poesía ofrecida en este poemario, con un estilo propio, refleja el cariño e ímpetu del vate, y los pergeñados con temática local, se constituye en una sinopsis fecunda de la evolución cultural e institucional de la capital de la provincia de San Román. Resplandeciente, en versos esculpidos con sabiduría y erotismo, se yergue la imagen de la entidad que lo formó profesionalmente, y los perfiles genuinos de su distrito, los mismos que se expresan en los rotulados como “Opúsculo para educación”, “El tránsito qolla que
devino en Machu Aychas y Chiñi Pilkos”, “Embrión del tiempo calcetero”, “Realidad que calcina su historia” y “Retrospección y presencia”. En todos ellos destaca los elementos característicos de Juliaca, pues allí están presentes elementos como: kashwa, Machuaychas, Ch’iñipilcos, toqoro, pampas, viento, lluvia, granizo, tempestad, polleras, calcetero, Wayna Roke, pueblo viejo, laguna temporal, hospitalidad, apus, ruecas, ovillos, tejidos, calceta, helada, eqeqo, chuño, etc. Particularmente el poema “Embrión del tiempo calcetero” se constituye en un himno de amor a su lar querido.


Sin duda alguna, con el esfuerzo de los vates de la presente generación, del que Walter Zea Mamani es uno de sus elocuentes exponentes, podemos concluir que la vigencia de la poesía calcetera está garantizada, pues definitivamente células de beligerancia qolla trajinan por su interminable ser, y nos presenta sus inspiraciones con estentóreos camaretazos y el rítmico suspiro del viento.


La ANEA San Román, saluda y congratula al autor de Elucubraciones a quien le reconocemos el manantial de virtudes que posee, y cuya vocación puesta a prueba enorgullece al espacio literario y cultural de nuestra región.


Juliaca, año nuevo andino del 2005

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