miércoles, 16 de enero de 2008

EL MENSAJE CHOLO DE VICENTE BENAVENTE


Samuel Álvarez Enríquez


Ratificamos que la literatura es el arte de crear belleza por la palabra oral o escrita, el poeta y escritor, quien utiliza la palabra oral o escrita dando a conocer su intención representativa, expresiva y apelativa, por los géneros y especies literarias.

La exégesis literaria cuenta con variados y diversos métodos de comentarios, explicación y análisis de los textos; el método nuestro y propio no se aleja de los muchos existentes y teniendo en cuenta el poema «CALCETERO» de Vicente Benavente Calla, de su libro: «Cinco Poemas Para Mañana» Mensaje Cholo, Edic. Garcilazo, Cusco 1965, nos basta como texto literario, del cual vertemos el siguiente análisis.

Vicente Benavente Calla,» Poeta Calcetero», es un valor con singulares características en su composición poética, muy peculiar, original, con sabor, olor, color y espíritu de tierra, de formación y afianzamiento de propios y auténticos valores juliaqueños; valores terrígenas que constituyen una técnica peculiar llegando a engrosar los matices artísticos de la poesía y literatura regional, nacional y americana.

Un análisis de la técnica y por tanto del estilo de Benavente en el poema CALCETERO, encontramos las siguientes características de forma y fondo:

1.- Composición épico-lírica, que encarna al nuevo hombre de Juliaca, Puno y el Perú: Calcetero jornalero, descrito pintorescamente por otro jornalero magisterial juliaqueño.

2.- Composición poética que rompe los moldes tradicionales del verso Castellano, ausencia total de rima; presencia métrica peculiar en la poesía que varía desde el octosílabo, monosílabo, decasílabo, endecasílabo y hasta el dodecasílabo; poderoso predominio del ritmo interior, característica de las corrientes y escuelas literarias, desde el modernismo, realismo, vanguardismo y simbolismo respectivamente, con el predominio de una nueva corriente surgida en el altiplano quechua y aymara, muy peculiar en la región Puno, y con influencia marcada a nivel nacional, la composición neorrealista.

3.-La poesía consta de 19 estrofas, con características muy similares a las redondillas portuguesas de la etapa del clasicismo, o a los romances con rima imperfecta o asonante; en el presente caso un romance adaptado en esta perla del Altiplano, singular en la práctica de las letras en la región. Las seis últimas estrofas son de tres versos con repetición o anáforas: Calcetero, tejido; presentes también jornalero y otros.

4.- La composición presenta diversas figuras literarias y elegancia desde epítetos y metáforas a la vez: «Amanecer de la cosecha…”/ «Parque del trabajo…”/ «Tambor de la tormenta…”/ Que importa el abismo del odio,/ cómo nacen los niños,/ cómo castiga el hambre./ observa en el pavo real.

Apostrofe: Tú peinas la cabellera del aire/ abriendo el ojo de las avenidas.

Paradoja: Tu escudo/ es el saludo de los pueblos.

Hipérbole: ¡Tu lámpara es la rueda de los caminos!

Metonimia: ¿Levanta los brazos de árboles!/ Calcetero.

«Tu lámpara es la rueda de los caminos». Juego de imágenes a lo largo del poema, siendo la estrofa XII la que consagra el total estilo, con sus mensajes de alegrías y triunfos: Porque eres la libertad del canto,/ porque eres la brújula del gozo./ Aquí la primavera llega/ en la cordillera del grito.

Son entre otras algunas características, sin embargo, Benavente constituye un valor en el asentamiento de la poética de esta ciudad altiplánica, que difiere en mucho con relación a las capitales provinciales frente a las departamentales, mejor si del interior de los departamentos y regiones se trata; este asentamiento, tiene relación con la formación, desarrollo y progreso de un pueblo como lo es Juliaca con lo que demuestra el poeta, por intermedio de su obra está presente en el contexto histórico-geopolítico y social. Perteneciente a la clase media de la sociedad circundante de los trabajadores, del proletariado magisterial en formación; representa el jornalero como un nuevo tipo de hombre de trabajo, con jornadas largas de trabajo que constituyen precisamente el progreso de Juliaca, porque refiere al calcetero, hombre trabajador “sui-géneris” del Perú, inspirado en la eterna compañera de la vida: la «Calcetera juliaqueña”: «Tejedora de mis latidos acaba de hilar los días/ coreando alabanzas al desarrollo…”(32).

En el proceso poético de la región, perteneciente a la generación de la praxis neorrealista; presente el romance, no el pastoril ni campestre, sino el de la ciudad, de la capital de provincia, tipos de amor entre cholos de ambos sexos, de haber emigrado desde el campo hasta asentarse en la ciudad; es un jornalero de la ciudad abocado en la utilización ya no del barro y la paja, y sus manos y pies no están amasando los adobes, sino moviendo y removiendo con palas y badilejos el cemento, cubicando los ladrillos de la modernización y contemporaneización de toda una nueva generación, como en los versos: Tú enciendes el amor / en la diana de la promesa, / tú engalanas de rocío/ el parque del trabajo.

Abriendo el ojo de las avenidas. Sin alejarse de las vivencias y acciones emprendidas en el campo: Cosechas, pampa, relámpago, sembrador, hormigas, arado, surco, cordillera, etc. Esta vez ha ingresado en el interior de la ciudad; el carácter romántico, religioso del comportamiento dentro de aquella está artísticamente enfatizado con : Novia, almohada, credo, amor, promesa, cabellera, niños, cantar, trenes, rey, Santa Catalina, etc. conjuga en momentos los sufrimientos y tristezas de la clase social al que pertenece por intermedio del jornalero CALCETERO y juliaqueño, haciendo gala de su espíritu juvenil enrolado en los menesteres del trabajo para el progreso y desarrollo de la ciudad de los vientos. El poeta con su estilo particular y característico denota la tristeza, odio, sudor, pena, grito, hambre, pobreza, protesta, pelea expresado como el jornalero magisterial, que por los años al decir del maestro Encinas requiere de una verdadera reinvindicación y buenos salarios, que visto por Benavente los plasma con ojos, palabras y sentimiento de artista y autodidacta

literario; describe eleva al sitial merecido las vivencias de su tierra natal a la poesía, resaltando sus valores propios: «El océano de la pampa», «Los trenes sepultaron la pena”, “De pinkuillos y tokoros”, «De banco y gerencia», «Sois soldados de Santa Catalina», «El tejido es el laurel de tus sienes» ; esta corriente neorrealista muy peculiar en el proceso de la poesía en la Región Puno, como la desarrollada por los poetas José Paniagua Núñez, Efraín Miranda Luján; Oscar Cano Torres (Q.E.P.D.), José Parada Manríque (1924-1992), cuyo romanticismo no ha dejado todavía de apartarse del arte en el verso: La semana romancera,/ en el sueño de la novia/ está la almohada de los jóvenes.

El espíritu religioso-andino utilizado como tema y motivo del realismo se ha apartado notablemente en este periodo, más bien se ha convertido en apostólico, románico y católico: Tu credo está palpitando/ si tienes ovillada la fe/ Sois soldados de Santa Catalina.

Pero si los valores se conservan aún habiéndose trasladado el verso a la palabra en la ciudad: Amanecer de la cosecha/ en el océano de la pampa/ cómo no llamarte sembrador

Epítetos y metáforas, así como imágenes infaltables como adelantos propios de la ciudad y el paso de una generación a otra: abriendo el paso de las avenidas/ de banco y gerencia.

El sentimiento de protesta, lucha, renovación de estructuras, la búsqueda de la solución de la problemática indígena desde el punto de vista económico, social, educativo y jurídico está encarnado en la voz hecha poema del jornalero Benavente: Calcetero jornalero/ cómo no llamarte sembrador/ cómo no llamarte insurgente/ si la dimensión de tu pecho/ se inflama de horizontes. .

Y una de las imágenes, muy patética, donde prácticamente el poeta utiliza el arte con verdadero sentido de creación y estilo nato, que asemeja a la luz de la tierra juliaqueña, al sabor de pura tierra y sus fructíferos valores, aproximadamente como el llamado de un docente, el mensaje del líder y el grito de un luchador social, cual el meollo de su «MENSAJE CHOLO» cuando con sus propios versos indica: «Porque eres la libertad del canto...”

En suma la técnica de Benavente es pues esto último que consagra la razón de su palabra que debe ser considerado como modelo y ejemplo de futuras generaciones y de la poética de Puno, la región y el Perú; es una primera vez que se presenta en claro levantando las banderas celestes juliaqueñas; seguido de Gloria Mendoza Borda, y en las profundidades Jesús Cáceres Velásquez (1945 - 1986) (33); de la poética y literatura juliaqueña de la segunda etapa, muy sentado en nuestro modesto libro por cierto: «Antología de la Poesía en Juliaca” (1994).

El valor, la técnica y el estilo de Benavente llenan un vacío como uno de los más representativos de la corriente neorrealista surgida, a no dudarlo en Puno que, influyó poderosamente a nivel nacional, desde aquí se eleva un verdadero pendón de integración de los pueblos del ande entero, de ahí surgen y están surgiendo también nuevos y quizá mejores valores en cuanto al rumbo cultural del Perú y América, de aquí es posible sorber los mejores gritos de protesta, afán de lucha, sentido reinvindicador de las masas, o el surgimiento de la proletarización de los obreros y demás trabajadores como el jornalero, la Calcetera, el obrero jornalero y proletariado magisterial, y otros que con sangre de Machu Aychas y Chiñipilcos, como la tierra de Cogotudos y Panzacalas enarbolan en estos precisos instantes las banderas juliaqueñas y de esta Capital de la Integración Andina, en este preciso momento histórico de renovación constante, también junto a Benavente el Machu Aycha; y él que escribe Chiñipilco, seguiremos en la brega literaria en favor del desarrollo cultural flameando las banderas juliaqueñas en lo alto de las cumbres americanas y las cercanías de la justicia de los pueblos ansiosos de libertad, fulgurantes de amor, radiantes de paz social dentro de los marcos nacionalistas de identificación plena con los sentimientos peruanistas americanistas muy bien analizados y sugeridos acaso por nuestros máximos filósofos, la filosofía del hombre peruano y americano, sus vivencias presentes en los nuevos rumbos literarios del orbe entero.


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(32). “Poesía para recreos” (inédito). Samuel Alvarez Enríquez.

(33). CÁCERES VELÁSQUEZ, Jesús, “Homus Humano Hombre”. Poemas, Edit. Triunfo. Juliaca 1991.

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